lunes, 25 de marzo de 2019

Miguel Aguilar se alza con el Zapato de Plata

Importante y bien presentada novillada de Miranda y Moreno y vuelta al ruedo al quinto

Miguel Aguilar, novillero mexicano de Aguascalientes que se encuentra enrolado en el Centro Internacional de Tauromaquia y Alto Rendimiento (CITAR), se hizo ayer con en Zapato de Plata de Arnedo tras las deliberaciones del jurado instantes después de terminar la novillada. Los tres diestros actuantes cortaron una oreja por coleta ante una interesante, seria, corajuda y movida novillada de Miranda y Moreno, que regaló infinidad de embestidas a lo largo de toda la función. La presidencia premió con la vuelta al ruedo al quinto, un novillo serio y con mucho motor, que no paró de embestir, aunque el de más calidad saltó en tercer lugar y le correspondió a Guillermo García, que logró los mejores lances del festejo, especialmente una serie con la mano izquierda en la que dibujó algún natural acompasado.
La realidad es que los tres jóvenes diestros se emplearon al máximo. Miguel Aguilar labró su triunfo en el quinto, en una faena de buen corte en la que consiguió dos tandas con buen gusto por ambas manos. Era el último novillo sin caballos de su carrera y si lo desea podrá elegir ganadería en la próxima Feria del Zapato de Oro. En el primero de su lote comenzó de rodillas y terminó por manoletinas en una faena compleja por la velocidad con la que embestía el animal. Con el capote entró en quites y dejó momentos de mucho lucimiento.
Uno de los momentos más curiosos de la novillada fue el salto al callejón del quinto, que provocó el terror entre los que se encontraban fuera del burladero y que se tuvieron que lanzar al ruedo para salvarse de una segura cogida en en anillo interior de la plaza. Uceda Vargas también cortó una oreja tras una faena voluntariosa al primero.

domingo, 24 de marzo de 2019

Triunfos, torería y gran entrada

Diego Urdiales con tres orejas y Tomás Campos con dos, salieron a hombros

La corrida de 'Toros de la Plata' decepcionó porque se apagó demasiado pronto y Cayetano toreó muy bien al segundo de la tarde, al que cortó una oreja de peso

Tarde de triunfo en la apertura de la temporada en La Rioja. Extraordinario aspecto en el Arnedo Arena con más de 3.500 espectadores en los tendidos y mucho más allá de las orejas y de la salida a hombros de Diego Urdiales y Tomás Campos, hay que poner de relieve las buenas sensaciones que desprendieron los tres matadores, incluido Cayetano que lo bordó con su primer toro, y la maestría de un Diego Urdiales que, sin apenas toros, cuajó dos actuaciones repletas de torería, de recursos y de sabrosos pasajes en los que conviene detenerse. El primero de ellos fue el añejo galleo por chicuelinas para poner en el caballo al segundo de su lote. Caminar despacio y torear a la vez; componer en movimiento. El vuelo del capote girando como un lirio en torno al diestro. Una belleza. Si sucede en Sevilla se arranca la música. Y después, el soberbio volapié con el que despenó al astado. Una verdadera obra de arte por la pureza de la ejecución. La colocación, entrar en la suerte en absoluta rectitud y todo a cámara lenta. Hubo como un encuentro con Antonio León, aquella espada inmemorial que pareció asomarse unos instantes a Arnedo, con el torero al que tanto quiso y que cuando nadie contaba con él dijo que iba a ser torero de Madrid.

Y todo sucedió con un lote a contraestilo. El primero, grande como una catedral y feo como un paquebote. Un toro extraño al que había que conceder mucho para equilibrar su descompensada anatomía. Y lo consiguió Urdiales con la mano izquierda en varios naturales de enorme calidad. El quinto fue un animal contradictorio: tuvo buen son con el capote y después del tercio de banderillas echó el freno de mano y sólo a base de maestría terminó embistiendo merced a la capacidad del riojano, que logró la mejor serie al final en redondo y sometiendo por abajo a un toro que ya no quiso más.

Tomás Campos también rayó a gran nivel. No fue nada fácil la construcción de la primera faena. Se puede decir que se la inventó porque el toro era tardo y embestía sin demasiada entrega. Pisó el de Llerena –afincado en Arnedo– los terrenos que queman y se la jugó para darse un atragantón a milímetros de los pitones. También estuvo muy bien en el sexto, el toro de más empuje del gordísimo envío de Toros de la Plata, un burraco salpicado que peleó bien en el caballo, y con el que demostró su capacidad en series de buena factura por ambas manos. Tomás tiene una gran oportunidad en San Isidro y cuenta con argumentos para dar un golpe de atención en la capital de España.

Cayetano sólo tuvo un toro que le dio opciones, el segundo de la corrida, quizás el más claro en la muleta. Y lo toreó francamente bien, con la yema de los dedos sobre todo por el pitón derecho y en redondo, que es el espacio por el que este diestro se siente verdaderamente a gusto. El quinto debió ser devuelto a los corrales por inválido, el presidente no lo entendió así, y sólo le dio opciones para brindárselo a Diego Urdiales.

o Feria de San José. Ganadería de Toros de la Plata: corrida demasiado gorda, poco ofensiva y de baja nota. Diego Urdiales: oreja tras aviso y dos orejas tras aviso. Cayetano: oreja y silencio. Tomás Campos: oreja tras aviso y oreja. Plaza de Toros 'Arnedo Arena': Más de tres cuartos de plaza (unos 3.500 espectadores). Sábado, 23 de marzo de 2019. Primera de feria. Diego Urdiales y Tomás Campos salieron a hombros de la plaza.

o Festejo de hoy: Final del Zapato de Plata. Seis novillos de Miranda y Moreno para Uceda Vargas, Miguel Aguilar y Guillermo García. Comienza a las cinco y media de la tarde.

sábado, 23 de marzo de 2019

Ventura, 'El Juli' y Diego Urdiales, cartel de la Beneficencia el 12 de junio

El diestro de Arnedo actuará dos tardes más (15 de mayo y 7 de junio) ante las divisas de Fuente Ymbro y Alcurrucén

Diego Urdiales ya tiene marcadas en su agenda las fechas de la próxima Feria de San Isidro, la más importante de la temporada taurina que fue presentada ayer en una gala en la Plaza de Las Ventas a la que asistió el rey emérito Don Juan Carlos. Este año la feria superará todos los récords, ya que contactará con 34 espectáculos: 27 corridas de toros, tres novilladas picadas y cuatro festejos de rejones. Es decir, más de un mes de toros que gravitarán las espaldas de diestros como 'El Juli', Urdiales, Roca Rey, Castella, Miguel Ángel Perera o Paco Ureña, que se antojan fundamentales tras las bajas de Morante y Manzanares -por decisión propia- y la de Enrique Ponce, lesionado de gravedad en su rodilla en las Fallas de Valencia. Así que la salida forzosa del diestro de Chiva de las combinaciones ha propiciado la entrada de 'El Juli', que no quiso someterse al bombo pero que finalmente actuará en la Beneficencia y en la corrida de Juan Pedro Domecq junto a Paco Ureña y la confirmación de David de Miranda.

Diego Urdiales va a tres tardes de verdadero lujo. La más grande llegará el 12 de junio en su debut en Beneficencia, con toros de Cuvillo y Ventura por delante. Su debut en la feria madrileña será el 15 de mayo (segunda corrida del abono) en la que lidiará toros de Fuente Ymbro (con los que triunfó en la Feria de Otoño) en un cartel en el que hará el paseíllo con Finito de Córdoba y Miguel Ángel Perera. La segunda tarde del torero de Arnedo será ya en pleno mes de junio, el día 7, con la ganadería con la que ha salido tres veces por la Puerta Grande de Bilbao, los Núñez de Alcurrucén. En dicho festejo compartirá terna con dos matadores extremeños: Antonio Ferrera y Ginés Marín.

La gran 'vedette' de San Isidro es Andrés Roca Rey, que actuará en las corridas de Parladé, Victoriano del Río y la de Adolfo Martín, festejo que va a ser uno de las más esperados del abono puesto que será la primera vez que la figura peruana se las verá con una de las ganaderías del ámbito más torista del campo bravo. La corrida de Victorino será lidiada por Daniel Luque, Octavio Chacón y Emilio de Justo; y la 'Del Arte y la Cultura' (15 de junio) la lidiarán Sebastián Castella, Roca Rey y Paco Ureña, que se las verán ante astados de Victoriano del Río.

Los datos de San Isidro
o Las tres tardes de Diego Urdiales. 15 de mayo: Finito de Córdoba, Diego Urdiales, Perera (Fuente Ymbro); 7 de junio: Antonio Ferrera, Diego Urdiales y Ginés Marín (Alcurrucén) y la Corrida de Beneficencia, el 12 de junio, con Diego Ventura y 'El Juli', con toros de Núñez del Cuvillo.
o Principales toreros: Julián López 'El Juli', Andrés Roca Rey, Sebastián Castella, Perera.
o Ausencias: Morante de la Puebla y José María Manzanaes. Ponce, baja por lesión
o 34 festejos: La feria de San Isidro comienza el martes 14 de mayo y se extenderá hasta el domingo 16 de junio. Está compuesta por 27 corridas de toros, tres novilladas picadas y cuatro festejos de rejones.

Diego Urdiales, Cayetano y Tomás Campos abren la temporada taurina

El festejo comenzará a las 17.30 horas, se lidian astados de 'Toros de la Plata' y se espera muy buena entrada en el Arnedo Arena

El Arnedo Arena abrirá sus puertas esta tarde (17.30 horas) para levantar el telón de la temporada taurina riojana con una corrida de toros en la que harán el paseíllo Diego Urdiales, Cayetano y Tomás Campos, el torero extremeño que ganó el Zapato de Oro y que después decidió afincarse en Arnedo. Tomás se ha convertido en un vecino más de la ciudad del calzado y el año pasado, además de triunfar por todo lo alto en plazas francesas de la importancia de Dax, confirmó su alternativa en Las Ventas con una faena en la dejó muy claras sus excelsas formas de sentir e interpretar el toreo. La corrida es de 'Toros de la Plata', una ganadería propiedad del empresario Pedro Trapote, y en la que lleva por separado dos líneas ganaderas diferentes, una más encastada en Núñez y la otra en Juan Pedro Domecq.

Abrirá la terna Diego Urdiales, que regresa a Arnedo tras los triunfos del año pasado y en los albores de una temporada muy importante en su carrera puesto que su presencia estará asegurada en un buen número de ferias y en los carteles más decisivos del año. Urdiales ofreció un gran nivel en Valencia a pesar de que los toros de Jandilla que le correspondieron en suerte no fueran demasiado propicios para el lucimiento. Este año cumple veinte temporadas de alternativa y su ciudad tendrá la posibilidad de disfrutar de su toreo en un momento de extraordinaria madurez.

Cayetano hará el paseíllo mañana en el Arnedo Arena tras no poder hacerlo el año pasado como consecuencia de una lesión que lo mantuvo apartado de los ruedos en los primeros festejos de la temporada. El torero de Madrid fue sustituido en aquella ocasión por Juan José Padilla, y este año viene precedido por un búsqueda que ha emprendido por apurar mucho más su estilo en una tauromaquia muy alejada de la de su hermano. En Valencia coincidió en el cartel con Diego Urdiales y acusó mucho el viento en una corrida en la que volvió a demostrar su amor propio y profesionalidad. No es un torero de excesivo repertorio, pero siempre da lo máximo en la cara del toro. Tomás Campos se ha planteado esta temporada como una de las más esperanzadoras de su carrera puesto que tiene aseguradas dos plazas en la feria de San Isidro y la tarde de hoy es un punto de partida necesario para albergar las mejores sensaciones posibles de cara a futuros compromisos. El año pasado dio un excelente nivel en esta corrida y logró salir a hombros. Se espera una muy buena entrada y la presencia de muchos aficionados de fuera de La Rioja.

MARÍA TERREMOTO, TESORO DE CANTAORA

Entrevista con María Terremoto en Bodegas Ontañón
La jovencísima María Terremoto (19 primaveras) se subió al escenario del Teatro Bretón dos años después de su presentación en los Jueves Flamencos en el concierto previo que se celebra en Bodegas Ontañón. Había llegado a Logroño con el premio ‘Giraldillo Revelación’ de la Bienal de Sevilla bajo el brazo. Su nombre comenzó a sonar de una manera muy llamativa y los que habían escuchado su cante lanzaban aleluyas por la figura que se presumía. El concierto de la bodega tuvo tintes premonitorios. Recuerdo que  titulé aquella crónica como el flamenco que viene y el jueves tuve la íntima sensación de que ya había llegado, de que su flamenco es irreversible y estamos ante una chica que ya es una excelente cantaora. La realidad es que María estuvo sensacional en toda la actuación. La ves y uno se rinde a la evidencia de que existe una parte genética innegable en su condición de cantaora. Hija de Fernando Terremoto, una de las voces más misteriosas del cante contemporáneo, y nieta de Terremoto de Jerez, una de esas fieras más indomables del cante flamenco histórico, una auténtica leyenda. Estoy convencido de que María tiene capacidad para amalgamar los dos registros, la sutileza absolutamente magistral de su progenitor y la valentía instintiva del abuelo. El jueves dio prueba de que es capaz de moverse por esos dos alambres del flamenco con notoria capacidad. He ahí la malagueña, que fue un prodigio de hondura con un remate por abandolaos sencillamente delicioso; o la siguiriya, o la creatividad de la que hizo gala homenajeando al maestro Enrique Morente y su versión de la lorquiana ‘Leyenda del tiempo’, que constituyó un verdadero dechado de clase, conocimiento y compás. La voz perfectamente controlada por abajo en los tercios más misteriosos. Y cuando había que romperse por arriba, no tuvo problema en acordarse de La Paquera en una tanda de bulerías bellísimas y melismáticas del final de la actuación. María es un prodigio y también un tesoro del cante. Tiene un punto de modernidad y un aroma de clasicismo jerezano innegable. Tiene todo el futuro por delante y sabe, además, llenar el escenario con una fuerza natural y sin gesto alguno que pueda parecer sobreactuado. Sus registros vocales son muy ricos, tanto en los tercios hondos en los que sabe masticar y deglutir su voz de bronce como cuando se aferra a la esperanza del grito, que le sale sobrio y elegante, sin crujido alguno. Dirán que puede ser una voz en formación; apenas es una adolescente, pero canta con el conocimiento de generaciones como si llevara su mochila sin que le pesara un ápice. Pero ha estudiado, conoce el secreto del compás, el porqué de las cosas. Y se nota. Además, lleva a su lado a un tocador excelente, Nono Jero, sobrino del Niño Jero, que hace unos cuantos años nos deleitó al lado de Juanito Villar. Fue una noche la del  jueves maravillosa, una noche que más que una revelación ha dado paso a la realidad palpitante de que María Terremoto es una voz para soñar el cante.

o XXIII JUEVES FLAMENCOS Cante: María Terremoto Toque: Nono Jero . Teatro Bretón de los Herreros de Logroño. Quinto concierto del abono (localidades agotadas). Jueves, 21 de marzo de 2019. Crónica publicada en Diario La Rioja

martes, 19 de marzo de 2019

Detalles, torería y resignación


Urdiales apenas tuvo opciones en Valencia en una corrida de Jandilla con un toro de bandera para Castella

El riojano escuchó una gran ovación en el primero y Castella se encontró con el toro de su vida en el coso de la calle Xátiva

Tarde de detalles y torería en Valencia de Diego Urdiales ayer ante un lote con escasísimas opciones de lucimiento. Una corrida bajo mínimos de Jandilla y Vegahermosa sin apenas fondo de casta que salió suelta y mansona y que se acabó precipitando en el hondo sumidero de la irrelevancia. Excepto el quinto, ‘Horroroso’, que fue un toro de bandera y para el que el público valenciano pidió con fuerza el indulto del ‘bou’ tras una faena de Sebastián Castella marcada por la velocidad, la aliteración de series en redondo que prologó con sus característicos pases cambiados clavado como una estaca en el centro del ruedo. El jandilla, premiado con una apoteósica vuelta al ruedo, lució acucharadas defensas y las mejores hechuras de la corrida. Derribó en dos ocasiones al picador y embistió con soberana clase por ambos pitones, aunque el gallo francés no terminara nunca de acoplarse al natural. Estiró la faena buscando el indulto, el presidente le envió dos avisos desde el palco y despenó al toro de una estocada en los bajos. Dos orejas de poco fuste en comparación con la inmensa calidad del morlaco de Borja Domecq, que salvó los muebles gracias a este grandioso toro, un ejemplar con el que se desataron todas las controversias sobre si merecía o no el más alto premio. Este cronista se emocionó con su bravura y su entrega en todos los tercios. Claramente yo lo hubiera mandado a la dehesa. Pero no... Ninguno de los cinco cornúpetas restantes tuvo el trapío ni las hechuras que merecen un coso como el de la calle Xátiva ni una afición que llenó en más de tres cuartos un edificio bellísimo y señorial sobre el que ayer cayó la canícula del ferragosto en pleno mes de marzo. Treinta grados marcaban los termómetros cuando Urdiales se abrió de capote con el primero de sus galafates, un vegahermosa sin cuello llamado ‘Fantasía’, que tuvo buenas intenciones pero que echó la persiana tras la segunda serie con la mano derecha. Lo toreó con gusto a la verónica a pesar de las desigualdades de su embestida y abrochó la tanda con dos medias ceñidas en el platillo. La faena prometió con un inicio de doblones muy toreros del arnedano y dos series en redondo que catapultaron los olés y el arranque musical de la banda. Hubo dos cambios de mano primorosos, uno para abrochar una serie de derechazos y otro, mecido por la lentitud, tras el intento del toreo al natural, que deshabitó la faena de emoción y ritmo porque el toro comenzó a defenderse con cabezazos y frenazos en su embestida. Abrochó la faena con una extraordinaria estocada.
El segundo del lote del riojano fue, con diferencia, el peor toro de la corrida. Un animal que reponía, que salía huido de los engaños y con el que poco pudo hacer a pesar de que lo lidió con soltura con el capote y lo intentó una y otra vez con la mano izquierdo. El segundo mejor toro de la corrida también le correspondió a Castella, con el que se empeñó en una faena insustancial y kilométrica. Cayetano, por su parte, no tuvo su tarde. El lote tampoco le dio demasiadas opciones pero al diestro madrileño se le vio muy incómodo desde la lidia del dificultoso tercero hasta la porfía con el parado sexto.

o FERIA DE FALLAS. Toros de Jandilla-Vegahermosa, una escalera de presentación. De muy baja nota en líneas generales, excepto el quinto, ‘Horroroso’, un toro extraordinario que peleó con bravura en el caballo y que embistió con inmensa clase y profundidad en la muleta. El lote de Urdiales fue desesperante: el primero tuvo cierta calidad pero se acabó muy pronto y el cuarto fue astado impresentable, huidizo, manso y muy deslucido. Diego Urdiales: gran ovación con saludos y silencio tras aviso. Sebastián Castella: silencio tras dos avisos y dos orejas tras dos avisos. Cayetano: silencio en su lote. Plaza de Toros de Valencia, más de tres cuartos de entrada. 9º de abono. Calor bochornoso y viento racheado que influyó para mal durante toda la corrida. El banderillero de Cayetano Javier Gómez Pascual, fue prendido de forma dramática por el segundo de la tarde. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

domingo, 17 de marzo de 2019

Diego Urdiales: «Me repugna profundamente que politicen el toreo»

Diego Urdiales. Foto: Miguel Pérez-Aradros
Diego Urdiales abre hoy su temporada «más ilusionante» en las Fallas de Valencia con Cayetano y Castella, ante toros de Jandilla y Vegahermosa

Urdiales vuelve a los ruedos hoy en el coso de la calle Xátiva de Valencia. «Estoy ilusionado, no cabe duda, es un año precioso, una temporada importante en mi carrera. Cumplo veinte años el próximo mes de agosto desde que tomé la alternativa en Dax y tengo ganas de torear, de sentir esas sensaciones que me hacen feliz desde que era un niño». Así se expresa el torero de Arnedo unas horas antes de que esta tarde realice el primer paseíllo del año en las Fallas de Valencia, con Cayetano y Sebastián Castella en el cartel y ante astados de Jandilla y Vegahermosa.
–Parece que ha pasado mucho tiempo desde el final de temporada y sus triunfos de Bilbao y Madrid. ¿Se acuerda?
–Claro. (Sonríe). Me los recuerdan casi todos los días, en la calle, los ganaderos cuando voy al campo, los compañeros y yo los llevo muy dentro.
–¿Le cambiaron?
–No, pero es verdad es que han sido como dos catalizadores increíbles para mi carrera. Bilbao fue algo mágico, sentí tantas cosas en la plaza que fue como un sueño.
–¿Y Madrid?
–Lo veo ahora y pienso que es una tarde en la que se resume mi vida. La dureza del frío, el viento, parecía que todo estaba a la contra. Y fíjese.
–¿Cree que los aficionados le ven de otra manera después de aquellas dos tardes?
–En ese sentido han cambiado muchas cosas, aunque los aficionados saben cómo siento e interpreto el toreo desde hace mucho tiempo. Quizás ha servido también para reivindicar la naturalidad, la imprevisibilidad y, de alguna manera, el camino que me tracé hace muchos años.
–¿Se refiere a las empresas?
–El año pasado me quedé fuera de San Isidro y de muchas ferias más. Tras la corrida de marzo en Arnedo y un festival en Ricla una semana después, no volví a torear hasta mediados de agosto en Alfaro. Y de allí a Bilbao. Pero fueron muchos meses sin torear.
–¿Cómo vivió aquella etapa?
–Muy tranquilo. Ésa es la verdad. Me iba a entrenar y paseaba. Trabajaba en el campo y me descomprimí del todo. Mis amigos me decían que se me veía demasiado tranquilo. Claro, la procesión iba por dentro, pero estaba convencido de que obraba conforme a mis principios y no podía traicionarme.
–Aceptó el bombo de la feria de Otoño y antes de los triunfos de Bilbao y Madrid ya había firmado dos tardes para este San Isidro. ¿Eso es arte?
–Yo tenía muy claro lo que tenía que hacer y el empresario de Madrid parece que también lo entendió… Es mi camino, ser dueño de mi futuro, tomar las decisiones en las que crees y defender lo que siento por esta profesión. Para decir que no tienes que tener muy claro que te puedes quedar en casa y asumirlo y ser coherente.
–¿Ganas de Valencia?
–Tengo ganas y deseos de torear donde quieran contratarme. Valencia es una feria de primerísimo nivel. Hace unos años perdí un triunfo grande por la espada, pero siempre he tenido muy buenas sensaciones en el coso de la calle Xátiva. Claro que tengo ganas y voy con mucha ilusión.
–Toros de Jandilla.
–Es una ganadería excelente y lo que sé es que ha pasado si problemas el reconocimiento veterinario. Vienen los toros que ha decidido el ganadero y eso me tranquiliza.
–Un cartel con dos figuras. ¿Ése es el sitio que persigue?
–He buscado siempre estar en esos carteles que son los de más categoría. Todos los toreros los buscamos.
–¿Por dónde torea mejor, por la derecha o por la izquierda?
–Es curioso, durante muchos años he sentido la mano derecha de una forma especial y la izquierda la ha perseguido casi siempre. Ahora creo que se dan la mano.
–¿Es tan diferente?
–Por completo. Al montar la ayuda hace que en redondo la muleta pese más y tenga un vuelo que no es el natural que se da con la izquierda. Son matices técnicos muy importantes que suelen pasar desapercibidos para el público, que no para los aficionados. Y no sólo eso, también influye la forma de montar la espada, la tela. Es como la tensión de la raqueta de un tenista o los palos de un jugador de golf.
–¿Qué pensó cuando le llamaron para la Beneficencia?
–Es difícil expresarlo. He estado muchas tardes en Madrid en esa corrida, que además es la que preside el Rey de España. Es la única vez que suena el himno nacional en Las Ventas y dese hace muchos años había soñado hacer el paseíllo en ella. Me siento muy español y estoy muy ilusionado de participar en la corrida que siempre es la más importante de la temporada y poderle brindar un toro a su Majestad.
–¿Se politiza el toreo?
–Odio todo eso. De un lado y de otro. El toreo es un arte, un mundo en el que hay personas de todas las ideologías, de todos los países, de todas las condiciones sociales. Que se politice como lleva pasando desde hace varios años es algo que me repugna profundamente.
–¿Qué tal su escuela con los niños del aula?
–Fenomenal. Ésa es la realidad que más me gusta. Los chavales se hacen personas, son felices, aprenden una serie de valores y entienden lo que supone amar un animal único como es el toro bravo.
–Y después de Valencia..., Arnedo.
–Siempre es algo especial torear en casa. Me alegro de volver a torear con Tomás Campos y repetiré paseíllo con Cayetano. Creo que es un carel precioso y espero que venga  mucha gente a la plaza.
–Sigue con Luis Miguel Villalpando...
–Hay una relación que va más de lo profesional. Estamos muy identificados y ha estado a mi lado desde que era novillero. Creo que con eso está todo explicado.
–¿Cuántas corridas va a torear esta temporada?
–No es algo que me preocupe excesivamente. Nunca he sido muy amigo de los números ni de valorar a un torero por esas circunstancias. Hay muchas plazas en las que no he toreado nunca y ferias a las que me apetece volver, desde luego.
–¿Habrá algo especial para conmemorar los veinte años de alternativa?
–Todavía no puedo decir nada porque se están hilvanando cosas.
–¿Cuantos vestidos nuevos ha encargado?
–Cuatro.
o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja

sábado, 9 de marzo de 2019

UNA SIGUIRIYA FABULOSA

La cuarta sesión de los Jueves Flamencos constituyó un verdadero espectáculo en todos los sentidos, una noche redonda de cante donde sobresalió el poderío ancestral de Jesús Méndez y especialmente el cante y la modulación de Antonio Reyes, que dejó sobre las tablas del Teatro Bretón una siguiriya inolvidable, un monumento al flamenco más desnudo gracias a un sentido de la interpretación en el que se dieron citan en su garganta todos los colores y matices que pueden sostener a una voz vibrante y melismática como pocas. Antonio Reyes dibujó la segunda parte de a actuación, la de los puertos, la que según el programa y el sentido del flamenco histórico discurre desde las murallas de Cádiz pasando por San Fernando, Puerto Real, el Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Chiclana de la Frontera, desde donde llegó a Logroño un cantaor henchido de inspiración y matices, de solera y de duende. Por su parte, Jesús Méndez, trajo al ciclo el sentido del cante de Jerez, el más valiente de todos los cantes, y su actuación fue la más ensimismada de las tres veces que ha actuado en nuestra ciudad. Seco, Jesús, firme, sin contemplaciones, cante de Jerez rancio, como esos vinos que se asoleran en las botas y los suelos de albero de sus asombrosas bodegas en las que se produce un milagro al que se define como crianza biológica. Pero Chiclana también es tierra de vinos, del marco de Jerez, pero sin poder embotellar sus caldos con el nombre de la tierra madre. Quizás por eso se conozca menos su tradición flamenca y vinatera y quizás, también por lo mismo, nos dejó a todos ensimismados cuando se lanzó en la toná inicial por el camino de melisma más fino y después con unos tangos con una entrada tan hermosa que daban ganas de aprenderos al momento, de grabárselos y salir del teatro cantándoselos al personal para presumir de que a uno, por muy torpe que sea, también se le pega la magia del cante sin aditamentos, del cante rendido a su puro ser, a su encanto precioso, primigenio y preciso. Concierto con dos partes, la Mendez sin concesiones, con su poderío heredado de La Paquera, en la que logró momentos muy hermosos por soleá, sobre todo en el remate de las coplas. Y después Antonio Reyes, que reclamó la herencia de su tradición cantaora con dos cumbres, la sonoridad de sus tangos la belleza hermética, rotunda y genial de la soleá, en la que se pudo disfrutar también de la profundidad creativa del toque de Manuel Parrilla, que parapetado tras su guitarra, y sin querer nunca robar ni una brizna de de protagonismo a nadie, demostró su ciencia, su compás, su conocimiento y ese mecer la guitarra para acunar los cantes. La actuación acabó con el públicó que prácticamente llenó el Teatro Bretón puesto en pie tras un paseo por bulerías en dos turnos sucesivos de Jesús Méndez y Antonio Reyes. Cada uno co sus compás: el de Jerez y el de los puertos y con el tañido de Parrilla. ¡Casi ná!

o XXIII JUEVES FLAMENCOS  ‘De Jerez a los puertos’ Cante: Jesús Méndez y Antonio Reyes Toque: Manuel Parrilla Teatro Bretón de los Herreros. Quinto concierto del abono. Jueves, 7 de marzo de 2019

miércoles, 6 de marzo de 2019

Tres pilares para una evocación

Las voces de Jesús Mendez y Antonio Reyes y el toque de Manuel Parrilla traen el compás de Jerez y los Puertos

El concierto se celebra en el Bretón, comienza a las 20,30 horas y se citarán dos estilos muy personales de cantaores  

De Jerez a los puertos. Es decir, desde la capital maestra y señera de la siguiriya –donde nació Jesús Méndez–, al compás de Cádiz, San Fernando, Puerto Real, el Puerto de Santa María, Sanlúcar de Barrameda y Chiclana de la Frontera, –de donde es Antonio Reyes–, los dos cantaores que junto a Manuel Parrilla (nieto de Tío Parrilla, hijo de Juan Parrilla, sobrino de Parrilla de Jerez y de Ana Parrilla), llevarán a los espectadores esta noche en el Bretón a la mismísima ‘zona cero’ de la jondura. Jesús Méndez lo tiene clarísimo: «En un espectáculo tremendo, muy flamenco, porque en Logroño el público respira el cante y lo respeta. Lo sentí la primera vez que vine al Salón de Columnas con Manuel Valencia; después al Bretón con Tomasa y ahora estoy deseando que llegue el momento del concierto porque con semejantes artistas como Antonio Reyes y Parrilla da gusto actuar», confiesa un cantaor que ha cuajado en muy poco tiempo como una de las voces más reconocibles de Jerez y una de sus máximas figuras.
Y además, no ahorra en elogios con sus compañeros de terna de esta noche: «Antonio para mí es genial; él sabe que disfruto mucho escuchándole porque tiene una facilidad asombrosa en la voz para hacer lo que él quiera en cada momento. Posee un registro precioso y una voz muy dulce y canta muy gitano. La verdad es que uno de los cantaores con los que más disfruto escuchando ahora mismo».
Y tampoco para Parrilla: «Es un maestro absoluto, por su compás, por su sonido y por su creatividad. Un lujo cantar a su lado porque te lleva mecido».
Jesús Méndez se presentó en el Salón de Columnas en 2010: «Cuando mi familia me escuchó cantar mi padre se partió la camisa». Es exponente de una de las sagas más importantes que ha dado ese rincón de Andalucía, la de los Méndez, cuyo nombre más importante fue la de la Paquera de Jerez, una de las voces más atávicas de lo jondo. Y explica cómo prepara una actuación como la de esta noche en la que compartirá escenario con otro cantaor: «Cuando cantas en solitario haces el repertorio clásico y cantas lo que quieres; en el caso de un concierto compartido con otro artista cada uno elegimos los cantes según el momento y cómo te sientas. Pero la responsabilidad al final es la misma, puesto que se canta por soleá, por alegrías, por siguiriyas. Cantes lo que cantes, hay que dar el máximo posible y dejar el cien por cien sobre el escenario. Somos profesionales y eso es lo máximo para nostros», subraya. Y la admiración que sienten los dos cantaores es mutua, puesto que cuando a Reyes le dieron en Giraldillo del Cante de la Bienal, no tardó en confesar su admiración por el jerezano: «Jesús Méndez es un gran cantaor. Estoy seguro que también tendrá su Giraldillo». Antonio Reyes nació en Chiclana y pertenece a otra dinastía flamenca de máxima solea y en la que sobresalen dos cantaores:  Jarrito y Pansequito. En 1982, con sólo seis años, debutó en público y un año más tarde participó en los Jueves Flamencos que organizaba el guitarrista Manuel Morao en la Plaza de Toros de Jerez. «Sentir el calor del público me gusta más aún que cantar», explica un cantaor que ha llegado a una de las cumbre del flamenco actual con la grabación del disco en directo en el Círculo Flamenco de Madrid con la guitarra de Diego del Morao.

Isabelita de Jerez
Jesús Méndez, al igual que hizo Ángeles Toledano en el inicio del ciclo, recuerda la voz de Isabelita de Jerez y la coloca en el frontispicio de sus influencias: «Admiro su eco, su afinación, el registro... Es una verdadera maravilla y eso que para muchos es una auténtica desconocida. Murió en Zamora cuando estaba de gira con Pastora Imperio en 1942. Es una de esas voces que merece la pena escuchar pero que quizás por muchas cuestiones no sea conocida como se merece por su altura artística».

El toque genial de una de las grandes guitarras de Jerez
Manuel Fernández Gálvez –Manuel Parrilla– (Jerez, 1967) grabó en 2015 su primer disco ‘Pa mi gente’, una obra de arte que supuso un verdadero alegato a la guitarra de concierto y un recorrido por su amplia memoria como tocaor, ya que ha acompañado a maestros como ‘El Torta’ y hasta llegó a tocarle a ‘Tío Borrico’, uno de los nombres que alumbran el flamenco de Jerez merced a su legendaria personalidad. Es un lujo la presencia de Parrilla en un ciclo en el que debutó con Fernando Terremoto en el año 2000.

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