domingo, 30 de abril de 2017

EL NOVILLO DE SIMÓN CASAS

El tipo del sombrero asiste ensimismado a la mirada del ¿novillo? de la ¿novillada? de esta tarde en Madrid. Novillo enorme como la Basílica de San Pedro, con un morrillo inapelable y gigante como la cúpula del Vaticano, hinchado hasta las tablas de un cuello interminable y recio que se deposita en una especie de quilla de un pesado carguero que estiba carbón en Mozambique con destino a Canadá. Los músculos tensos del vientre se estiran como la piel de un tambor hasta llegar a esa especie de cimborrio que le brota en la penca del rabo. Torancón enorme y despegado del suelo con cuatro mástiles enhiestos que soportan el tonelaje como auténticos contrafuertes góticos. El tipo del sombrero parece puesto en la foto como por ensalmo, protegido por el cemento del monumental bicharraco al que le huele los belfos. Pero no es un toro, aunque lo parezca, es un novillo seleccionado por la empresa de Las Ventas, dirigida por Simón Casas, productor de arte y defensor de las causas perdidas que dejan de tener pérdidas cuando es él el que las perpetra. Un novillo para cualquiera de los tres chavales que esta tarde saldrán a cumplir un sueño en la plaza más importante del mundo.

ROCÍO SE INSTALA EN LA CÚSPIDE

Rocío Molina se proclamó el jueves, en la última función de uno de los ciclos más importantes y redondos de los 21 años de andadura de este evento, como una de las más grandes bailaoras del flamenco contemporáneo. No digo la más grande porque no conozco a todas las demás y trato de escaparme como de la peste de las proclamaciones maximalistas que tanto se llevan en la siempre resbaladiza esfera de la crítica. Rocío es una mujer inconformista que rezuma inquietud por todos sus costados; una inquietud que brota de su personalidad y de una fuerza salvaje sobre el escenario, de una asombrosa capacidad para romper moldes sin deshacerse lo más mínimo de la estructura fundamental del alma que informa y conforma cada latido del cante grande. Suma su danza con una naturalidad envidiable y es capaz de crear escenas musicales en las que su cuerpo, poderoso y extremadamente frágil a la vez, convive con las constelaciones de las más grandes de este arte. Carmen Amaya como cúspide y destino de su arquitectura de bailaora, y Ute Lemper como musa fugaz de acentos cabareteros de entreguerras, como en ese maravilloso y sutilísimo garrotín, donde destiló y consumó ese paraíso que es la gracia sin caer ni una sola vez en la sobreactuación o lo innecesario. Caída del cielo es una obra arriesgadísima en su configuración estética: el juego de matices y de referencias es brutal y contradictorio. Y no se configura como un alarde de técnica, sino que mucho más allá de ser un ejercicio de estilo, es como una especie de juego de muñecas rusas a través de un camino en el que Rocío va desnudando y despojándose de todas las almas que la habitan. El inicio es sorprendente, con un vestido largo con una cola que la hace bailar suspendida mientras ella parece ingrávida y le bailan las pestañas. Sonidos de aparente incoherencia, digitales y sintéticos que nos llevan después al mítico ‘Asesinado por cielo’ para penetrar en los terrenos donde no vale ningún subterfugio. Increíble la voz por fandangos de José Miguel Carmona y las armonías genéricas de un grupo que pasa de Paco de Lucía a la Leyenda del Tiempo para hacer que Rocío hable con su cuerpo en hora y media absolutamente frenética, cuajada de todos los ritmos, de los sonidos olorosos del cante grande y también del chico de los romanós de los ochenta. Ella se configura como una diosa de la escena, como una flamenca universal que busca el lenguaje más puro y exacto asomándose a todos los precipicios y sin despeñarse ni una sola vez. Si nos entusiasmó hace cinco años con ‘Danzaora’, que estrenó en esta plaza, la noche del jueves confirmó que se ha instalado en la cúspide. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

XXI JUEVES FLAMENCOS. ‘Caída del cielo’. Baile: Rocío Molina. Elenco: José Manuel Ramos ‘Oruco’ (Compás y percusiones); José Ángel Carmona (cante y bajo eléctrico); Eduardo Trassierra (guitarra flamenca y eléctrica); Pablo Martín Jones (Percusiones y electrónica). Última gala de la XXI edición de los Jueves Flamencos. Teatro Bretón de los Herreros. Jueves, 27 de abril de 2017.

jueves, 27 de abril de 2017

Rocío Molina: «Yo lo que hago es flamenco»

Rocío Molina presenta hoy en el Teatro Bretón ‘Caída del Cielo’, un paso más en su búsqueda artística

La última velada de los XXI Jueves Flamencos, la edición más femenina de la historia, trae a Logroño un trabajo conceptual de danza, cante y música

Existe en Rocío Molina (Torre del Mar-Málaga, 1984) una continua reflexión en torno a lo que supone el flamenco como una forma de expresión artística, no en vano en el Festival de Jerez de 2006 estrenó ‘El eterno retorno’, una obra inspirada en textos de Nietzsche, con dirección musical de Juan Carlos Romero: «Podrá sonar una guitarra eléctrica o lo que sea que tenga que sonar, pero suena por soleá, se canta por soleá y yo la bailo por soleá. Yo hago flamenco; lo que hago es flamenco, lo que sucede es que lo interpreto a mi forma, con el sentimiento y las sensaciones que me imponen los momentos de mi alma y de mi creatividad». Y es que esta noche (21 horas) cierra la XXI edición de los Jueves Flamencos una de las personalidades más fascinantes de la danza contemporánea, la bailaora malagueña que en 2011 estrenó en Logroño su obra ‘Danzaora’, un año después de lograr el Premio Nacional de Danza y en la que se consagró como una de las personalidades esenciales del mundo flamenco: «Sé que vengo a cerrar un ciclo de flamenco jondo con todo mujeres y tengo muy claro que lo que hago en esta obra parte del cante más desnudo; nace de la más pura esencia pero que a su vez tiene lecturas que no son solo flamencas, pero el sentido del flamenco no se pierde ni un solo instante. Llevo hechas más de siete soleás, once alegrías; en la obra me cantan por los fandangos que quiera el cantaor; no renuncio al cante; lo improviso en el baile; pero todo lo que hago es producto de mi propia evolución personal como artista, con mi carácter profesional; eso es lo que persigo...
-¿Qué es caída del cielo?
-Es una obra muy diferente a aquella de ‘Danzaora’. Es el producto de la concurrencia de un buen número de cosas y de historias. En primer lugar tengo que decir que es una producción que parte del trabajo en equipo con muchos de mis músicos y en la que dejo patente el significado de mi baile y su encuentro con las músicas.
-¿Y el contraste entre ellas?
-Es verdad, me gusta definirla como una especie de díptico donde se forjan dos historias que por separado no tienen mucho sentido. La primera parte es como muy blanca y angelical, pulcra con una insólita belleza; es como un paraíso. Luego aparece la segunda parte, que es como mucho más oscura, recóndita y políticamente muy incorrecta.
-Es un poco su personalidad.
-Quizás sí, soy muy de extremos y en este trabajo se ronda mucho por las periferias, por los acantilados. En cada trabajo muestro mi verdad como bailaora, no puedo reprimir lo que siento, lo que busco en cada momento. En mi trayectoria artística se ve claramente cómo todo es producto de un camino, de una apuesta. Llevo bailando desde que era una niña y no te puedes quedar arrinconada en una sola fórmula, en un espacio... Todo lo contrario, cada momento te va llevando de un lugar a otro descubriendo nuevas sensaciones en la danza y la música.
-Siempre habla de un trabajo coral con sus músicos.
-Eso es esencial porque no te puedes quedar encerrada tú sola. En este caso mi encuentro con Carlos Marqueríe, codirector artístico de espacio, dramaturgia e iluminación ha resultado vitalpara otorgar a toda la representación la estética que estaba buscando, que perseguía.
-¿Eso surge de un primer momento o se va depurando?
-Hemos quitado muchas cosas. En realidad nos gusta mucho trabajar sobre algo tan escurridizo como es la casualidad y aunque pueda parecer lo contrario, pensamos mucho menos las cosas de lo que parece. Y es que personalmente me gusta mucho que exista una sensación de transparencia en el trabajo escénico para mostrarme como soy.
-¿Eso supone habitar con todas las consecuencias el territorio donde habita el riesgo?
-Es verdad, porque ha habido momentos en los que hemos estado  muy perdidos. No sabíamos dónde íbamos, pero siempre te refugias en el talento de los músicos.
-¿Qué hay en Caída del Cielo?
-Está claro que aparece una simbología muy cercana al paraíso y el posterior descenso a los infiernos. Nos hemos inspirado en muchas cosas; en el Bosco, pero también en los caprichos de Goya, existen mundos muy cercanos entre estos dos artistas y ahí es donde hemos depositado nuestra mirada. No es la figura invertida del ángel caído, como le ocurrió a Dante en su Comedia, sino que busco un espacio de profunda libertad. En el camino se quiebra el alma, sumergida en un mar denso y opaco, en un paisaje oscuro plagado de luciérnagas que nos elevan hacia paraísos oscuros.
-Pero son espacios complejos.
-Es cierto, pero a la vez muy sugerentes para introducirlos en la danza. He sido siempre y seré una mujer de percepciones muy extremas. Me siento muy bien en esos espacios; la verdad es que me gusta mucho caminar por terrenos inestables. Significa también ser coherente con mi propia trayectoria vital y artística. Voy al límite con mi cuerpo en la danza, pero es mi forma de expresar lo que siento en un escenario. No me puedo cambiar a mí misma ni un segundo.
-¿Y el flamenco dónde queda?
-Lo inunda todo, cada instante de la obra, porque es el cuerpo por el que gravita toda las escenas, todo es flamenco. Cuando caigo de rodillas me derrumbo como un cantaor, sin ataduras algunas, con la sensación de que hay también ese aspecto de improvisación tan visceral que tiene el flamenco, con ese punto tan atávico. Esta obra es un viaje, un tránsito, un descenso. Desde un cuerpo en equilibrio a un cuerpo que celebra ser mujer, inmerso en el sentido trágico de la fiesta.  o Esta entrevista la he publicado en Diario La Rioja

lunes, 24 de abril de 2017

Urdiales, sin pluma ni tintero en Sevilla

Carmelo Bayo
El torero de Arnedo se fue de vacío ante un lote imposible de Fuente Ymbro en una tarde en la que El Cid y Adame lograron puntuar

Escribir con pluma y sin tintero; ni los renglones torcidos de Dios. Así fue la historia de Urdiales con el primer ‘fuenteymbro’ de la tarde. Escribir sin pluma, tintero ni papel. Éste fue el panorama de su segundo astado, de nombre ‘Primoroso’ en los cuadernillos oficiales y que no tuvo el más mínimo contenido. Nulo afán de un toro que parecía contrariado con esa naturaleza telúrica que se le supone por estirpe, con su bravío motor aquilatado por generaciones de sementales y vacas de rumbo cierto en los tentaderos. Pero ‘Primoroso’, un galán de astifina corona, había desertado nada más comparecer al sinuoso ruedo maestrante de cualquier rollo genético. No me venga usted con literaturas, atisbo que le dijo a un Urdiales solemnemente ataviado de tabaco y oro y que quiso pero no pudo. Quiso todo y se encontró con nada en Sevilla. Querer tanto en una ciudad así y no poder nada es pasto de las literaturas más crueles, de los versos más desalmados. La tarde tuvo la pesadumbre de resumir con ese escalofrío la historia de Urdiales, un diestro acostumbrado ya a contemplar con impotencia el vacío de los toros sin rumbo y que los que tienen cierto compás caen en otros esportones rellenos de tinta los tinteros, con plumas estilográficas y hasta ese inopinado trocito de papel para dibujar el garabato de la firma.
Y eso que no comenzó del todo mal la cosa puesto que con el primero pudo ensayar dos preciosas verónicas y una templada media. Al toro lo cuidó cómo se trata a un incunable, con pinzas en los dos inexistentes puyazos; con algodones Víctor con el capote y con tiritas de Diego con su muleta encarnada. Comenzó por alto bajo la Puerta del Príncipe y tan solo pudo rebosarse en una serie por la derecha. En el último lance en redondo aflojó el pistón y en toro perdió las manos con afligida insolencia, como si el ruedo de Sevilla fuera de puro hielo en una tarde de tórrida inclemencia. Exactamente ahí se vació el plumín; ya no hubo nada más allá de la desangelada porfía porque nadie en el coso echó la más mínima cuenta de lo que sucedía en el ruedo. Letras vacías, sin contenido alguno.
El segundo fue para El Cid, que soportó dos terroríficas coladas por el pitón derecho y que no tuvo apenas nada que apuntar con su muleta. El tercero salió roto y el sobrero, una mole de 577 kilos, reaccionó tras unas banderillas terapéuticas y ofreció al hidrocálido Adame toda suerte de embestidas por ambos pitones. Faena colorista del mexicano; perifollos periféricos, pases del desmayo por doquier y un estoconazo hasta la bola que le puso la primera oreja en sus manos.
La oreja de El Cid tuvo otra enjundia, otro aliento: el poso del natural cocinado a fuego lento de la pañosa dormida en el albero. Toro con afán de un Ricardo Gallardo que mandó a Sevilla una corrida más propia de Despeñaperros para arriba. Toros enjaretados de leña, anchísimos de quilla, como cargueros decimonónicos y pesados del puerto de Bilbao. Urdiales esperaba góndolas y se encontró con dos insufribles mastodontes de acero corroído por los reconocimientos matutinos.
La faena de la tarde fue la de El Cid, un torero que anda en esa búsqueda consigo mismo apelando a aquella legendaria mano izquierda y que por momentos regresó ayer a La Maestranza.



Resumen 2º festejo de Abono. 23 Abril 2017. Toros de Fuente Ymbro para Diego Urdiales, El Cid y Joselito Adame from Maestranza Pagés on Vimeo.

domingo, 23 de abril de 2017

Cita con el toreo en La Maestranza

Diego Urdiales abre hoy la Feria de Sevilla con toros de Fuente Ymbro con ‘El Cid’ y Joselito Adame en el cartel

Diego Urdiales comienza esta tarde su temporada grande. Primera corrida del abono de la feria de Abril de Sevilla ante toros de Fuente Ymbro (dicen que los morlacos seleccionados por Ricardo Gallardo para La Maestranza son seis auténticas pinturas), con el sevillano Manuel Jesús ‘El Cid’ y el hidrocálido Joselito Adame como compañeros de terna. Corrida de domingo y todas la ilusiones puestas en lograr algo muy importante para encarar las tres tardes que le aguardan en Las Ventas y el salto que dará a México para actuar en Aguascalientes el seis de mayo. Luis Miguel Villalpando, su apoderado, habla de cómo ha encarado Urdiales estas semanas de preparación tras su agraciado arranque en Fitero: «Diego es un torero muy veterano en las lides de los inviernos, pero la realidad es que no ha parado de entrenar. Ha realizado tentaderos en ganaderías como ‘El Pilar’, Victoriano del Río, ‘Los Espartales’ o Victorino Martín y el nivel que ha ofrecido es extraordinario. Lo vemos todos muy confiado y seguro, con una evolución en su toreo muy palpable, con detalles técnicos impresionantes y con un pasito más allá con el capote. La verdad es que llega a Sevilla con la moral por las nubes y con la cabeza muy despejada». El propio Urdiales reconoce que se encuentra en un gran momento: «Me veo bien, estoy muy contento interiormente y todas las corridas que tengo por delante me ilusionan una barbaridad». Para el riojano es muy especial torear en Sevilla: «El año pasado rocé muchas cosas y sentí cómo la gente estaba esperando mi toreo porque existe una clase de aficionados que se identifican mucho con el concepto que tengo. Con el primer Jandilla hubo momentos de esos que espero que el domingo (por hoy) se puedan redondear con alguno de los toros». Diego Urdiales sueña con algo hermoso en Sevilla: «Es una plaza que nos encanta a todos los toreros por su belleza, por ese silencio tan conmovedor que tiene y porque se respira el toreo por los cuatro costados. Es una de las mecas de este arte y poder expresarte en ella como uno siente es un verdadero privilegio». La ganadería de Fuente Ymbro es uno de los hierros más habituales de la carrera del diestro de Arnedo. Se ha anunciado con ella en cosos como Logroño, Bilbao, Madrid, San Sebastián, Mont de Marsan o Dax. Se trata de una de las divisas que más corridas y novilladas lidian a lo largo de la temporada y eso la convierte tanto en muy irregular en su juego como impredecible en su contenido. Este año lidió la primera novillada de la temporada en Las Ventas y resultó un verdadero espectáculo. Ricardo Gallardo conoce profundamente las exigencias de la plaza de Sevilla y la realidad es que ha lidiado muy buenos toros en el coso del Baratillo. Como hace casi siempre el ganadero gaditano, la corrida irá muy abierta de sementales lo que hace que cada toro suela ser radicalmente distinto, tal y como sucedió el año pasado en Dax, Logroño, Mont de Marsan o San Sebastián. Diego Urdiales lleva en el campo de Llerena (Badajoz) dos semanas entrenando con su amigo Tomás Campos, un torero ya muy riojano que acaba de cerrar varios compromisos en Francia: «Nos ayudamos mucho y estoy convencido de que va a ser un torero muy importante en el escalafón», explica Urdiales, que llegó ayer a Sevilla con su cuadrilla, en la que una temporada más sigue el calagurritano Víctor García ‘El Víctor’. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

domingo, 16 de abril de 2017

La madre de todas las batallas (taurinas)

Foto: Isidro del Pino
Morante, Manzanares y Andrés Roca Rey sueñan con volar hoy en La Maestranza

Tras el entradón del pasado domingo en Las Ventas, hoy se las ven ‘mano a mano’ en Madrid Curro Díaz y José Garrido

Morante, Manzanares y Andrés Roca Rey (con toros de Nuñez del Cuvillo) abren esta tarde la temporada en Sevilla con la corrida del Domingo de Resurrección, una de las citas taurinas más importante del año y el descorche de la temporada de La Maestranza. En Las Ventas, tras el éxito de público del domingo pasado, Simón Casas ha confeccionado un espectacular ‘mano a mano’ con dos de los toreros más destacados del pasado año en Madrid: Curro Díaz y José Garrido ante toros de Montealto. Pero por si todo esto fuera poco, al carro de este domingo se ha sumado el coso romano de Arles (Francia), donde da comienzo su feria con un cartel de los que también quitan el hipo: cuatreños de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, Alejandro Talavante y Thomas Joubert. Pero, sin duda, la tarde de Sevilla es la más especial, por el marco del coso de Baratillo en su Domingo de Resurrección, y por el brillo de un cartel en el que irrumpe con fuerza el peruano Andrés Roca Rey, una de las sensaciones de la temporada. Aunque hay que remontarse a 2013 para encontrar la última salida por la Puerta del Príncipe de un torero en esta fecha tan señalada tras cortar tres orejas. El autor fue Julián López ‘El Juli’, ausente hoy de esta batalla en la que Andrés Roca Rey saldrá a reventar una plaza con la que quiere marcar su insuperable ascensión al centro del toreo. Morante es otra cosa. Como recuerda ‘Datoros.com’, el cigarrero hará su octavo paseíllo en tan señalada fecha, y sólo ha cortado un apéndice (2010, Daniel Ruiz). El año pasado escuchó los tres avisos en su segundo toro después de una faena inolvidable, una de las mejores de las muchas que ha dejado en Sevilla. Para Manzanares será la sexta tarde de Resurrección. En Las Ventas, Curro Díaz y José Garrido reeditarán el emocionante ‘mano a mano’ de la pasada feria de Otoño, en esta ocasión ante astados de Montealto, la misma ganadería que propició el primer éxito de López Simón en Madrid. El portal ‘Datoros.com’ pone de relieve que hace diez años que nadie sale a hombros en Las Ventas el Domingo de Resurrección. El último en lograrlo fue Alejandro Talavante en su confirmación de 2007 tras desorejar un toro de Puerto de San Lorenzo en una faena clásica en tablas repleta de emoción. Es la tercera vez que Curro Díaz torea mano a mano en Las Ventas. La primera vez fue hace casi trece años con Antón Cortés con toros de La Dehesilla y Alcurrucén y la segunda con José Garrido en la pasada feria de Otoño. En sus seis ejemplares se marchó de vacío. Para Garrido es su segunda vez. En 2016 sufrió una cornada con una dura corrida de El Puerto. Madrid y Sevilla dictarán sentencia en la primera gran batalla de una temporada que continuará el próximo domingo en La Maestranza con Diego Urdiales, ‘El Cid’ y Joselito Adame ante toros de Fuente Ymbro y que para el riojano tendrá continuidad en dos de mayo en el ‘mano a mano’ con Ureña en Las Ventas.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN
o Sevilla. Toros de Núñez del Cuvillo para Morante de la Puebla, José María Manzanares y Roca Rey. Esta corrida se emite por Movistar Plus Toros. Inicio oficial de la temporada en Sevilla. El próximo domingo torea Urdiales en la Maestranza.
o Madrid. Toros de Montealto para Curro Díaz y José Garrido (mano a mano).
o Arles (Francia). Toros de Juan Pedro Domecq para Enrique Ponce, Alejandro Talavante y Thomas Joubert.  Concurso de ganaderías. Novillos de Aimé Gallon, San Sebastián, Philippe Cuillé, Oliver Fernay, Dos Hermanas y Los Galos, para Andy Jounes, Adrien Salenc y Tibo García (matinal).
o Aignan (Francia). Toros de Aimé Gallon y Camino de Santiago_ para Manuel Escribano, Iván Fandiño y Emilio de Justo. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

lunes, 10 de abril de 2017

MARAVILLOSA INTIMIDAD

Canciones que necesitaban ser cantadas, canciones que estaban en la memoria, impresas en el tiempo, luminosas, únicas, inolvidables... pero que no se merecían el silencio que había decretado el tiempo deteniéndolas en los anaqueles donde las cintas magnetofónicas duermen en sueño de los justos ante el desconcierto que a buen seguro les provocan las nuevas tecnologías, los ya desfasados ‘cedés’ o la música en ‘streaming’. Lole y Manuel en esencia misma de la pura esencia de su sentido más íntimo. Dolores Montoya, Manuel Molina y ahora su hija Alba Molina Montoya colocando las cosas en su sitio gracias a un concierto de maravillosa intimidad para poner un colofón de nácar a los conciertos del Salón de Columnas de esta inolvidable XXI edición de los Jueves Flamencos. Quizás, la de Alba ha sido la actuación más diferente de estas dos décadas de conciertos. No se escuchó el cante por siguiriyas, por soleá, por tientos, pero hubo compás de todos esos cantes, acentos de todos los estilos, ecos de todos los duelos del flamenco más gitano, el de los del bronce, que escribían los viejos revisteros. Alba Molina, mujer sanguínea y singularmente hermosa, hizo una velada distinta y convirtió en única la noche, el fragor de esos cantes de Manuel, de esa fuerza telúrica de Lole esquiva a cualquier razonamiento, distante del más mínimo conformismo. Libres como una brizna de hierbabuena, dulce como el amanecer en el Aljarafe sevillano y silencioso como el río aquel que se quedó dormido para que durmieran los gitanos nómadas en sus caravanas cuando iban de Córdoba a Sevilla. Alba Molina fue mucho más allá de una mera reivindicación familiar, cantó como los ángeles en un manojo de bellísimas canciones en las que fue coleccionando un inimitable caudal de recursos: desde el susurro más delicioso al requiebro gitano y primigenio, al grito puro del cante de los canasteros. De todo hizo pero sin abusar de nada; gotas que fue derramando en el estanque donde descansa el manantial de creatividad del para siempre inimitable e inolvidable Manuel. Cantó por Lole y por Manuel, sin ser ninguno de los dos y siendo los dos a la vez y por completo. Alba Molina, además, se trajo a Logroño a un aliado perfecto. Joselito Acedo, tocaor flamenco que dota a su sonido de una acusada modernidad y de un resabio de viejos toques. La vuelta que se dio por bulerías fue brutal, por ejemplo, gracias a uno de esos juguetillos donde se enredan la creatividad y el duende gitano, que es el duende que el jueves se apoderó de un Salón de Columnas que volvió a vibrar entusiasmado. Un ciclo magnífico de mujeres flamencas en vena, distintas todas y cada una de ella y soberbias cantaoras.

o XXI JUEVES FLAMENCOS (Alba Molina canta a Lole y Manuel). Cante: Alba Molina. Toque: Joselito Acedo. Salón de Columnas del Teatro Bretón (localidades agotadas). Jueves, 6 de abril de 2017.
o EsTa crónica la he publicado en Diario La Rioja

Alba Molina: "El flamenco tiene unas formas muy profundas"

Alba Molina canta a Lole y Manuel esta noche a partir de las 21 horas en el Salón de Columnas con el toque de Joselito Acedo 

Alba Molina, con la guitarra de Joselito Acedo, cierra esta noche (21 horas) los conciertos del Salón de Columnas del Teatro Bretón. La artista, que no se define como cantaora, presenta en Logroño la que asegura que es la obra «más importante de mi vida». Alba Molina canta a Lole y Manuel, canta a sus padres y a una forma musical basada en el flamenco pero que se introduce de lleno en la órbita de lo absolutamente contemporáneo por las formas tan especiales e inimitables de Lole y Manuel (recientemente fallecido) de hacer música.
-¿Se siente flamenca?
-Me siento más gitana que flamenca. Soy gitana por los cuatro costados; es una manera de vivir con la que me identifico por mis orígenes, por la inercia de mi vida y por mi forma de ser, aunque haya cosas de lo que se entiende por gitano con las que no esté de acuerdo. Ser flamenco es otra cosa y no es patrimonio solo de los gitanos. Me da mucho respeto el flamenco, el cante tiene unas formas muy profundas y yo no me veo cantando de momento en público por soleá o por siguriya... Aunque nunca se sabe por dónde va a ir la vida porque el futuro no existe.
-Viene Logroño a un ciclo de flamenco ‘jondo’. ¿Cómo espera que le reciba un público acostumbrado a la ortodoxia del cante más clásico?
-Las experiencias que he tenido están siendo maravillosas, hay como un respeto y un querer ayudarme encomiable. Me está encantando la forma en la que se me recibe en las distintas ciudades donde he llevado este disco.
-La música de sus padres marcó una época, fueron creadores de un estilo inimitable y llegaron a millones de personas. ¿Le costó mucho introducirse en esas formas y aportar su propia personalidad a estos temas?
-Es curioso, yo me he criado en un escenario, he vivido los estudios de grabación con una naturalidad absoluta desde que nací. Y quizás no he sido consciente de toda su trascendencia hasta ahora. Y me doy cuenta de lo que supusieron Lole y Manuel en España y en el mundo y que fue impresionante. Ahora lo estoy notando de una manera muy especial, muy evidente, como a flor de piel lo que le llegan a la gente estas canciones.
-¿Qué ha supuesto para usted hacer este trabajo?
-Estos temas me han acompañado toda mi vida, pero subirse a un escenario y cantarlos es algo muy distinto. Yo soy una persona que intenta manejarse con absoluta humildad. No tengo el timbre de Lole ni de Manuel, es otra forma de cantar distinta, pero a la vez estoy convencida de que hay algo genético que me hizo pensar en hacer este trabajo, que me unía a la música de Lole y Manuel. He buscado hacer mía cada una de las canciones.
-Son tan especiales que era imposible que crearan una escuela...
-Es cierto, es algo que nació con ellos y que ha quedado para siempre en su vida. Por eso creo que si alguien lo tenía que hacer era yo.
-Su padre Manuel, fallecido hace apenas dos años, ha sido uno de los músicos más peculiares de la música popular.
-Era un hombre fascinante en todos los sentidos. Su forma de crear, su estilo, la manera en la que hacía sus cantes de forma tan peculiar, cómo le brotaba la inspiración, se fijaba en cualquier detalle y a partir de ahí le surgía la música por todos los costados. 
-Una de sus palabras era la libertad. Cuando la pronunciaba aparecía con otro metal, con un diapasón diferente.
-Es cierto, siempre me ha obsesionado  cómo vivía esa sensación de hacer lo que a uno le parezca bien sin hacer nada a nadie. Para él en la palabra libertad se acurrucaban otras definiciones como respeto, honestidad, pureza... Es un tema que me interesa mucho. Hacer las cosas porque las queremos hacer, vivir este momento exacto sin tener que estar siempre haciendo cada cosa para conseguir un premio. Intento inculcar a mis hijos esos valores de libertad que tanto le gustaban a Manuel.
-¿Cómo va a desarrollar el concierto?
-Serán los temas del disco y otras canciones que no llegamos a publicar pero que están en ese mismo aire que todo el resto de la obra.
-¿Fueron Lole y Manuel unos pioneros?
-Crearon un estilo tan complejo como sencillo. No necesitaban nada más que una guitarra y almas. Pero con esa sencillez llegaron a una complejidad asombrosa. Estamos hablando de algo que sucedió a principios de los setenta y que lo escuchas ahora mismo y es totalmente nuevo. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.

viernes, 7 de abril de 2017

«Contamos el toreo con pasión»

Regresa Sol y Sombra, el espacio taurino dirigido por Pablo García-Mancha inicia hoy su temporada a partir de las 23,30 horas en TVR

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Un año más regresa ‘Sol y Sombra’ a las pantallas de TVR (23,30 horas - Redifusión domingo a las 15,00 h.) de la mano de Pablo García-Mancha, periodista y crítico taurino de Diario LA RIOJA. El programa tendrá carácter semana y viene repleto de novedades: «Es un año muy importante para la tauromaquia y creo que tenemos que estar a la altura de las expectativas?», explica.
-¿Cómo definiría ‘Sol y Sombra’?
-Es un programa que basa su esencia en la pasión que sentimos hacia la tauromaquia. Creo que esa es la principal clave: contamos los toros como un acontecimiento artístico en el que suceden cosas asombrosas. Donde se pone en riesgo la vida, donde la muerte es real, donde no valen medias tintas. Esto no significa que huyamos del análisis, todo lo contrario, pero ponemos en una balanza todo y lo que nos queda es la emoción.
-¿La base del programa son las imágenes?
-Son vitales. Son la historia a través de la cuál fluye el mensaje. El programa de esta noche, primero de la temporada, lo vamos a abrir con una conmoción que se vivió en Madrid el domingo. Un novillero prácticamente desconocido en la segunda tarde de la temporada en Las Ventas se encontró con un magnífico utrero de ‘La Quinta’ y toreó con el alma. Los 10.000 espectadores que tuvieron la suerte de estar en la plaza se quedaron atónitos con la forma de torear de Ángel Sánchez, con la manera tan auténtica y desprovista de artificios con la que lanceó superando al viento. Los olés fueron increíbles....
-¿Cómo se cuenta el toreo?
-Es lo más difícil del mundo cuando se llega a esa belleza de la que le hablaba. Pero me obsesiona buscar las claves técnicas de cada faena. El toro es como una partitura cambiante y sobre la que no se puede ensayar. El torero tiene que interpetar los mesajes que va emitiendo el toro. Es como ir descifrando un acertijo en cada momento: la distancia, los terrenos, la forma en la que presentar la muleta.
-¿Se presenta la temporada con novedades?
-En Arnedo se vivió una gran Feria de San José, con mucha gente en los tendidos y una buena corrida de Victorino Martín que no decepcionó. Valencia ha dejado patente el increíble momento que está viviendo Alejandro Talavante y la irrupción del peruano Andrés Roca Rey, que en menos de un año se ha convertido en esencial para las ferias. Está a punto de comenzar Sevilla y el primer San Isidro de Simón Casas está a la vuelta de la esquina. Creo que el año taurino tiene trazas de ser apasionante, con toreros consagradísimos como Morante, Enrique Ponce y ‘El Juli’ y una camada de jóvenes valores con muchas ganas de abrirse paso.
-¿Y Diego Urdiales?
-Hace unas semanas en Fitero ofreció una lección de toreo. Tras dejar la FIT se abrió un periodo de incertidumbre porque el año pasado fue durísimo, pero su apoderado Luis Miguel Villalpando ha sido capaz de plantear un inicio de temporada envidiable: Sevilla el domingo 23 con la corrida de Fuente Ymbro y a partir de ahí nada menos que tres tardes de Madrid: mano a mano con Ureña en la Goyesca del Dos de Mayo, la corrida de ‘El Pilar’ y a final de San Isidro la de Victorino Martín con Talavante y Ureña. La verdad es que es impresionante el calendario que tiene por delante en este inicio de temporada.
-¿Seguirá con el mismo equipo de colaboradores de las anteriores temporadas?
-Hay dos personas esenciales. Isabel Virumbrales, que aporta una frescura impresionante con sus comentarios e Isidro del Pino, que posiblemente sea uno de los mejores aficionados que conozco. Es capaz de coger su moto e irse a cualquier pueblecito de España o Francia a ver a un novillero. Además de ellos, contamos con muchos amigos aficionados y colaboradores del programa que siempre están dispuestos a compartir un buen momento de conversación con los telespectadores. Creo que se trata de informar, entretener y trasladar a la gente la pasión que sentimos por este mundo. o Este artículo se ha publicado en Diario La Rioja

miércoles, 5 de abril de 2017

Diego Urdiales actuará el 6 de mayo en Aguascalientes

El diestro riojano participará en una corrida con toros de Montecristo junto a Paco Ureña y el mexicano Juan Pablo Sánchez

Diego Urdiales regresa a México y lo hará el próximo 6 de mayo en la Feria de Aguacalientes, en el coso Monumental, el coliseo taurino más importante del país mesoamericano tras el embudo de Insurgentes de la Ciudad de México. El torero riojano, que el año pasado logró el premio a la faena más clásica de la feria capitalina y que este año ha causado baja en los carteles del Distrito Federal, regresará al coso hidrocálido el 6 de mayo ante toros de Montecristo con Paco Ureña y el mexicano Juan Pablo Sánchez como compañeros de terna. La feria de Aguascalientes presenta un total de once corridas de toros, una de ellas mixta, más dos novilladas y un espectáculo de recortadores. Además del riojano, en la feria se anuncian los españoles Morante de la Puebla, José María Manzanares, Miguel Ángel Perera, Paco Ureña, Ginés Marín y Hermoso de Mendoza, además del francés Sebastián Castella y los peruanos Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós. No faltarán los mexicanos Joselito y Luis David Adame, Diego Silveti, Armillita o Juan Pablo Sánchez, entre otros. La ganadería de 'Montecristo' está ubicada en el Estado de Hidalgo y su origen es San Mateo vía Mimiahuapan, Jaral de Peñas, Reyes Huerta, Garfias, San Martín. Es propiedad de Germán Mercado Lamm y 'El Juli' indultó uno de sus toros en México. Lidia entre seis y diez corridas l año y todo lo demás lo juega en novilladas. Esta divisa se considera como una de las mejores ganaderías mexicanas por la regularidad del juego de sus toros a lo largo de los años. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja 

martes, 4 de abril de 2017

ÁNGEL SÁNCHEZ, LA RARA FRAGILIDAD

Ángel Sánchez impresionó a Madrid el domingo pasado en la segunda novillada de la temporada de Las Ventas porque destiló el toreo. El novillo 'Pavito', de La Quinta', de aires mexicanos merced a la supina lentitud de su embestida, se resbaló por la muleta con un aire de engañosa facilidad. Cualquier tirón, cualquier violencia podía descomponer su embestida. Ángel tuvo que lidiar al toro y cuidarse de las incómodas rachas de viento para que ese airón que se metía por debajo de los vuelos no descompusiera la rara fragilidad de cada uno de los naturales. Me impresionó la forma sutil y extraordinariamente eficaz con la que manejó la ayuda para sujetar la tela en esos momentos en los que el toreo brotaba con especial dulzura. El público cayó rendido ante aquella lentitud, ante la dichosa forma de arrastrar el vuelo de la muleta en los lances finales de cada serie como si fueran una caricia en los propios belfos del toro al ruedo venteño. He visto más de cincuenta veces estos naturales insospechados de Ángel Sánchez en Las Ventas y hacía tiempo que no disfrutaba tanto del toreo.

o Coda para los creyentes. Desde la irrupción de Talavante de novillero en Las Ventas nadie había vuelto a hacer algo así.


Angel Sánchez con el novillo Pavito de La Quinta en Las Ventas from Pablo García-Mancha on Vimeo.

domingo, 2 de abril de 2017

CELIA ASPIRA A REINA


Los Jueves Flamencos continúan su camino en el calendario instalados en la excelencia. Los dos últimos conciertos entrañaban el riesgo de lo desconocido para la mayor parte de los aficionados: la veterana Antonia Contreras y la novísima Celia Romero. Y ambas actuaciones han sido magníficas y como prueba de ello no hacía falta otra cosa que ver la forma en la que los aficionados, puestos en pie, despidieron este jueves a la artista extremeña y a Paco Cortés después de algo más de una hora de entrega absoluta y de cante grande. Celia Romero es un tesoro, un portento de flamencura y pasión por el cante, un diamante increíble que con apenas veinte años lo tiene todo por decir y cantar. Posee una de esas voces cinceladas por el tiempo, una voz con acento oscuro y rancio; vieja y nueva a la vez, poderosa, con ese punto de rango salvaje que tanto conmociona en el flamenco. Pero es una voz que todavía tiene que evolucionar y matizar esos relieves que si la cantaora sigue por este camino de pureza y entrega la pueden hacer grande. Además tiene alma cantando, contenido y esa tensión que sabe poner para precipitarse con embrujo en los tanguillos o con solemnidad dramática por soleá. Es decir, que tiene tablas y que es capaz de llenar con su sola presencia todos los ángulos de un escenario en la que se la ve feliz y dichosa. Y además, Celia es inteligente y se hizo acompañar por una de las guitarras más expresivas del flamenco para los cantes. Paco Cortés está instalado en el Olimpo y tiene la grandeza y la generosidad de los grandes para estar al lado de los que empiezan y dotarles de esa sabiduría de su compás del tiempo, de su elegancia flamenca, de su maestría. Y la conjunción de ambos fue una maravilla tanto para los aficionados como para el público que rota en los conciertos y sale asombrado de estas bellísimas actuaciones. Celia comenzó con cantes de Trilla con algo nunca visto en este ciclo. Salió por detrás y fue dejando cada tercio en tres paradas por el patio a milímetros de los espectadores. El compás lo depositó en sus pisadas. Maravilla con la que conmocionó y captó la atención con el primer ‘quejío’. Y no fue el suyo un concierto liviano. En absoluto, ya que cada uno de los cantes que hizo fueron de los de máxima exigencia y de tener muchos recursos para hacer la granaína y la media tan profunda y después jugar con la esencia de esos tangos de Badajoz en los que sonsacó las entretelas de sus orígenes. Me gustó por soleá; la taranta fue conmovedora y sólo al final rebuscó en los cantes de compás rítmico, como las alegrías, las bulerías y esos tanguillos gaditanos que aprendió con Mariana Cornejo. Se despidió por fandangos, el público puesto el pie, la afición contenta y Celia y Paco hechos un brazo de mar con esa sonrisa que ofrece la felicidad de la espuma del cante, tan esquiva, pero tan plena cuando nos roza. 

 o XXI JUEVES FLAMENCOS Cante: Celia Romero. Toque: Paco Cortés. Salón del Columnas del Teatro Bretón (localidades agotadas). Jueves, 30 de marzo de 2017. Esta crónica la he publicado en Diario La Rioja

sábado, 1 de abril de 2017

ES DIVERTIDO SER DE CIUDADANOS

Es divertido ser de Ciudadanos. Según cómo salga el día, los estrategas de la formación anaranjada sacan la escuadra y el cartabón y comienzan a establecer las líneas maestras de su devenir parlamentario. Obviamente, con el nublo piensan distinto que con el anticiclón de las Azores: con el cierzo barruntan ‘a’; con el solano son más partidarios de ‘b’, y cuando el ventarrón cálido sopla como lo hizo ayer, abrazan un rato las consonantes líquidas y otro las haches inspiradas o las palabras esdrújulas. Es lo que tiene estar al día, pensar sin molestar para no molestarse en pensar; intercambiar las ideas mejor que albergarlas, convenir para no discutir, dar la razón para evitar en la medida de lo posible fijar una posición. Hoy me siento Flex, mañana Pikolín. Y así todo. Ayer en el Parlamento llegaron a la cúspide de la flexibilidad. Tomás Martínez Flaño, portavoz de la causa naranja, dijo en el estrado que «somos partidarios de la libertad y comprometidos en su defensa, por eso estamos en contra de prohibir los toros». Así que acorde con su estrategia incomprensible para el resto del mundo que no sean ellos, se abstuvo, exactamente como hizo Podemos. En la toma en consideración de la ILP Animalista del año pasado, como «las tradiciones taurinas no deben censurarse o prohibirse utilizando una vía administrativa contraria a derecho», votaron a favor. Todo muy razonable y lógico en la lógica de la anaranjada formación y sus espumosos analistas políticos. Yo, que muy listo no soy, no les termino de coger el aire. Lo intento pero no puedo discernir en el sudoku de su razonamiento algo parecido a la coherencia. Quizás es que se han instalado en la posverdad y piensan que vale todo. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

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