lunes, 25 de julio de 2016

El toreo se vuelca con Víctor Barrio

Padilla, José Tomás, Morante , El Juli, Manzanares y Talavante harán un paseíllo histórico en Valladolid 

La idea de agrupar a todos los toreros surgió de José Tomás, que se fue poniendo en contacto con cada uno

Los fondos íntegros de la taquilla irán a la Fundación del Toro de Lidia y para encargar a un artista de prestigio de una obra-homenaje a Víctor Barrio


El domingo cuatro de septiembre el toreo va a unir sus fuerzas al máximo para la celebración, en el marco de la mejor feria taurina de Valladolid de las últimas décadas, de una corrida sin precedentes, un festejo en el que se las verán Juan José Padilla, José Tomás, Morante de la Puebla, El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavante ante astados de diferentes ganaderías para homenajear a Víctor Barrio y con los fondos que se recauden realizar dos acciones específicas: dotar a la Fundación del Toro de Lidia (entidad en la que están unidos todos los estamentos taurinos para la promoción y defensa de la cultura taurina) y el encargo a un artista de prestigio de una obra-homenaje a la figura del diestro recientemente desaparecido. La idea de agrupar a todos los toreros (participen o no en la corrida) surgió de José Tomás, que se fue poniendo en contacto con los diestros y la empresa del coso vallisoletano para entre todos lograr que dicha fecha sea un hito en la tauromaquia contemporánea. Cada uno de los seis diestros actuará gratuitamente, se pagará su propio toro, asumirá los honorarios de las cuadrillas y el empresario del coso hará lo mismo con los gastos de la apertura de la plaza. Es decir, todo el dinero de la taquilla irá a los fines de una corrida en la que se contará con diversas generaciones de figuras en los tendidos, músicos, artistas, intelectuales y escritores que quieran participar de una cita que tiene voluntad de ser simbólica para la fiesta.  Los seis diestros de la corrida inaugural harán doblete en la feria de la capital de Pisuerga, en la que se espera que el ‘efecto José Tomás’ de la impresionante venta de abonos de ferias como Jerez, Alicante, Huelva o San Sebastián (donde ha agotado todas las localidades) se repita y se cuelgue el ‘no hay billetes’ las cinco tardes. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

FERIA DE VALLADOLID
o Domingo, 4 de septiembre. Homenaje a Víctor Barrio. Toros de distintas ganaderías para Juan José Padilla, José Tomás, Morante de la Puebla, El Juli, José María Manzanares y Alejandro Talavante
o Jueves 8. Toros de Zalduendo para Morante de la Puebla, Sebastián Castella y López Simón.
o Viernes 9. Dos toros de Luis Terrón (rejones) y cuatro toros de Núñez del Cuvillo (lidia ordinaria) para Leonardo Hernández, José Tomás y José María Manzanares.
o Sábado 10. Toros de El Pilar para El Juli, Alejandro Talavante y Roca Rey.
o Domingo 11. Toros de Hermanos García Jiménez y Olga Jiménez para Curro Díaz, El Fandi y José Garrido.

sábado, 23 de julio de 2016

Azul oscuro, casi negro

Foto de: Terres Taurines-Roland Costedoat
Diego Urdiales vuelve a la rutina de los toros imposibles y vive una tarde sin opciones en Mont de Marsan ante una mansada de Fuente Ymbro

Azul oscuro, casi negro. Así llegó Diego Urdiales vestido de oro a la rebosante plaza de toros de Plumançon (con su llenazo habitual) y así transcurrió y finalizó la corrida para él. Azul oscuro casi negro de mala suerte en un nuevo lote plomizo, imposible, insoportable. Dos toracos de Fuente Ymbro, eso sí. El primero, enceladísimo en la montura de su picador Manuel Burgos, de la que no se quería ir de ninguna manera posible, pero absolutamente manso en la muleta, de la que huía despavorido literalmente cuando se la presentaba el riojano por derecho, al natural o recurriendo a cualquier otra estrategia. Un toro cambiante y engañador que parecía que se iba a comer el mundo en el caballo, pero que en el tercio esencial mostró esa clase de los mansos de Gallardo en algún esbozo de muletazo, pero que se desentendía de todo hasta llegar a las tablas movido por su absoluta falta de raza o condición. Diego lo intentó al abrigo de la querencia profunda del animal y una vez resuelto que iba a ser imposible, logró los momentos más lúcidos de la tarde obligando al toro por abajo en esos muletazos de castigo flexionando las piernas, tan toreros como antiguos, para sonsacar esa rabia que nacía de la impotencia.  El segundo de sus toros era otro tío. Hondo, acucharado de pitones, con un prominente morrillo y un cuello diseñado por Gallardo para embestir. Pero no. El astado metía la cara hocicando, sin desplazarse, con ese aire de derrota que comenzó a acariciar después del intento de saludo con el capote. Allí me pareció poca cosa, aunque la voluntad del cronista multiplicó demasiado las potencialidades de un toro que en realidad no era nada. En el caballo apretó con un pitón y se salió de la suerte en los dos encuentros. El obligatorio primero y la rutina del segundo puyazo. ‘El Víctor’ pasó dos veces por la cara del toro y no pudo clavar ni una sola banderilla. Se cambió con los dos palos del siempre eficaz Juan Carlos Tirado, y Urdiales fue al toro sabiendo que aquella empresa rayaba lo imposible. Manso, reservón, soltando la cara, insufrible animal por perezoso, descastado toro de la factoría de Fuente Ymbro que envió ayer a Mont de Marsan una corrida con trapío de plaza de primera y con bravura de regional, astados de pedernal, querencia pura de matadero. Y ésa fue la tarde de Urdiales, un quererlo todo y un no poder materializar absolutamente nada. Azul oscuro, casi negro, bordado en oro llegó al coso galo, y azul oscuro, negro infinito, se fue con la hierba en la boca de incredulidad. Sebastián Castella, que aquí es un ídolo, cortó una oreja facilona y simple al quinto, un coloradito más terciadito que sus hermanos, que se movió por el ruedo sin decir nada. Ambos callaron. Castella efectista y eléctrico en una de sus faenas monocordes y mil veces vista y el toro, obediente como un carretón. En su primero me gustó mucho más el de Bèziers, básicamente porque cuando le dejaba la muleta en la cara, el toro respondía con emoción y el galo se lo pasó por la faja. Iván Fandiño cortó una merecida oreja al sexto, un buen toro de Fuente Ymbro que salió como sobrero. Valiente el vasco y muy entregado, sin duda en la búsqueda de lo que había sido antes de la encerrona de Madrid del año pasado. La faena tuvo su firma: no busquen clase, encuentren emoción y riesgo, colocación y entereza para pasarse los toros cerca y tirarse como un león tras la espada. Y no conviene olvidar que con el tercero hizo un esfuerzo, un animal que se le venía al pecho directo y que estuvo a punto de mandarlo a la enfermería.

FERIA DE MONT DE MARSAN 
Toros de Fuente Ymbro, bien presentados, serios, hondos y armados. En general, mansos y descastados. Huidizos y cobardes. El lote de Urdiales fue lastimoso: rajado y hudizo el que abrió plaza y muy parado el 4º. El más peligroso fue el tercero bis, una prenda. El 5º se movió sin clase ni malicia y el 6º (sobrero, del mismo hierro) tuvo codicia y humilló en la muleta. Diego Urdiales: silencio en su lote. Iván Fandiño: silencio y oreja tras aviso. Sebastián Castella: ovación y oreja. Arenès du Plumaçon (Feria de la Madaleine): lleno de no hay billetes. Tarde nublada y ventosa. Viernes, 22 de julio de 2016. o Esta crónica la he publicado en Diario La Rioja

jueves, 21 de julio de 2016

Roca Rey, viaje directo al podium del toreo

El joven diestro peruano arrasa también en San Fermín y confirma que está llamado a ser máxima figura

Desde la irrupción de ‘El Juli’ no se recuerda un torero como Roca Rey que haya sido capaz de derribar las principales puertas del toreo

Dos salidas a hombros en la recién finalizada Feria del Toro de Pamplona vuelven a poner en órbita a Andrés Roca Rey, el jovencísimo torero peruano de 19 años y menos de una temporada de alternativa que causa sensación allí donde torea por su increíble valor y que camina como un cohete hacia la cúspide máxima del toreo. Y es que desde la irrupción de ‘El Juli’ en el escalafón de matadores no se recuerda un caso igual de precocidad, valor y capacidad para andar y desenvolverse frente al toro como el de este jovencísimo diestro limeño que tomó la alternativa en septiembre del año pasado en Nimes (Francia) y que esta temporada ha marcado su territorio desde el mano a mano de Valencia con Talavante, el valor derrochado en Sevilla o la Puerta Grande de Las Ventas en la tarde de los toros de Núñez del Cuvillo. Dicen los cronistas que asusta al miedo con su toreo, y es verdad. En su primera tarde de Pamplona, ante astados de Fuente Ymbro, recibió una cornada en el escroto toreando en redondo de rodillas, pasó a la enfermería, donde fue suturada la lesión, y salió para cortar dos orejas al sexto de la tarde. En su segunda comparecencia recibió dos tremebundas volteretas. Roca Rey no se miró, siguió toreando y cortó dos orejas al tercero. Después, con el sexto, un animal de juego muy incierto, volvió a demostrar que pisa el sitio prohibitivo de los elegidos, que torea siempre en un campo de minas, con olor a napalm en su taleguilla. Máximos trofeos en Pamplona, todos los premios en el esportón y sigue para él una temporada que puede ser histórica y en la que le esperan dos plazas riojanas: Alfaro y Logroño, que aunque no ha cerrado todavía sus carteles, parece que hay un sitio asegurado para un diestro que el año pasado eligió el coso de La Ribera para hacer su presentación como matador de toros en España en una tarde en la que además se subió a las barbas del mismísimo Julián López ‘El Juli’. Otras plazas en las que ha triunfado por todo lo alto han sido Olivenza, Alicante, Burgos, Badajoz, además de un bueno número de cosos mexicanos y franceses. Todo esto en menos de un año, lo que indica la capacidad de este descollante diestro. Andrés Roca Rey nació en Lima el 21 de octubre de 1996, en el seno de una familia acomodada y taurina: su madre es asesora financiera y su padre es empresario del algodón. Además, su hermano es matador de toros y su tío empresario del coso de Acho. La siguiente generación de figuras la liderará un torero andino que asombra por su valor sin límites y su absoluta capacidad. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

viernes, 15 de julio de 2016

ODIO

Cuando ETA asesinó al periodista José Luis López de Lacalle, los muros de Andoáin se llenaron de pintadas brutales jaleando la matanza de aquel hombre que había bajado de casa con su paraguas a comprar el pan. No era la primera vez que el sañudo entorno etarra alentaba el desprecio de la memoria de un muerto, pero aquella deshumanización me pareció la expresión más inequívoca del odio que había visto en mi vida. Odio descarnado, odio sin contemplaciones, odio como materia tangible de la absoluta falta de compasión, de la más mínima brizna de humanidad. Odio sin fronteras, sin excusas, sin otra cosa que no fuera odio en sí mismo; odio destilado en puro odio, odio inconcebible pero odio nacido y mecido por la vileza de aquella gente, de un entorno putrefacto y endogámico. Estos días, asomándome a twitter, he tenido el mismo escalofrío que sentí al leer las pintadas sobre José Luis López de Lacalle. Odio, bajeza moral e intelectual para escribir –mejor dicho, vomitar– toda suerte de salvajadas, insultos y aberraciones en las redes sociales hacia la memoria de Víctor Barrio o de su propia viuda, una mujer que ha demostrado una entereza sencillamente colosal. ¿Pero de dónde surge tanta vileza? Cómo es posible que en una sociedad conectada, interconectada y con todos los accesos posibles a la cultura y el conocimiento se concentre tanta rabia y las mismas toneladas de odio que aquel entorno cerrado y concentrado del más agobiante Gohierri pro-etarra guipuzcoano. Es el mismo fenómeno: la alabanza de la muerte y el desprecio al muerto, la intoxicación como arma de destrucción masiva, la estupidez congénita como referente de la basura más reaccionaria. Y no son ‘trolls’, los tipos lo firman con nombres, apellidos y ponen su carita para que quede todo bien clarito. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

martes, 12 de julio de 2016

Ni el mulo ni el ciervo

Talavante roza la puerta grande tras una buena faena al quinto, un toro de grandísma clase, y López Simón paseó una oreja 'pamplonica'

Diego Urdiales se estrella en Pamplona con un lote insoportable de Jandilla

Ni el mulo que abrió la corrida ni el ciervo colorado de Jandilla que salió en el turno de la merienda. Ni el hondo primero llamado 'Fenicio' ni el disparatado cuarto -que parecía un venado por lo aparatoso de su encornadura color caramelo- dieron la más mínima opción a Diego Urdiales de materializar algo parecido a su tauromaquia ayer en Pamplona, en la primera corrida de figuras en la que el riojano ha hecho el paseíllo en La Monumental y de la que se fue con el sabor a hiel de ese desdichado idilio que parece haber pactado con el infortunio en los lotes. De seis hubo cuatro toros para poder torear y uno de ellos realmente excepcional, el quinto, bautizado 'Decana' y que derrochó clase, humillación, ritmo y una enorme profundidad. Este toro es ya candidato al premio al cornúpeta más bravo de la feria y Alejandro Talavante (que perdió las dos orejas por la espada) demostró con su embestida el gran momento por el que atraviesa. Su faena de fue de auténtico impacto, de mucho ritmo pero en la que quizás faltó la profundidad que desparramaba el nobilísimo toro. Talavante dibujó muletazos sedosos, largos, reunidos, pero quedó, como en casi toda su temporada, una extraña sensación de ligereza. El diestro extremeño está en un nivel casi inalcanzable, anda por el ruedo con una facilidad exultante pero no cuaja a los toros, especialmente con la mano izquierda, con esa hondura y la profundidad que lo convertirían en un torero extraordinario y único. Aunque hizo cosas increíbles, como la arrucina de rodillas con la que comenzó la faena al primero: porque hay que tenerlos de amianto para colocarse en el centro del ruedo de Pamplona y esperar al torazo aquél con la muleta de rodillas por la espalda y dejarle pasar por el costado con toda la furia intacta. A mí me levantó del sillón este Talavante rampante como un león, valiente y torero como pocos y que ensaya cosas realmente inauditas.
 La pena es que Urdiales apenas pudo hacer algo más que nada. El primero se paró a las primeras de cambio; se puede decir que no lo picó, pero echó la persiana tras el brindis del riojano al cielo de Víctor Barrio. En el cuarto, el alce que salió cuando la merienda, sucedió algo parecido. No le metieron las cuerdas y se desinfló en la primera serie. Diego lo intentó baldíamente por ambos pitones ante una embestida totalmente hueca. A los dos toros los pasaportó con habilidad y la tarde se le fue con más pena que gloria. López Simón cortó una orejita fácil al tercero y a punto estuvo de cortar otra más facilona al sexto. o Esta crónica la he publicado en Diario La Rioja

lunes, 11 de julio de 2016

VÍCTOR BARRIO Y UN VACÍO INFINITO

Víctor Barrio, tentando en Alfaro. Por Luis Fernández
La relación del torero con la muerte es rutinaria y lejana. Siempre está ahí, acechando, a la vuelta de una esquina que ninguno quiere doblar pero que espera en cada tarde de corrida, en cada tentadero, incluso en el lance menos comprometido. El torero asume la cornada antes, incluso, de haber recibido la primera. Se sabe de ella y a veces se anhela para conocer íntimamente si se es capaz de superarla. Sin embargo, la muerte de un torero es un tabú para los toreros, que la apartan a las alcobas más lejanas del alma porque no pensar en ella produce una analgésica inconsciencia que permite ceñirse el vestido y pasarse los cuernos de un animal de quinientos kilos lo más lentamente posible a milímetros de las espinillas. Con la muerte en Teruel de Víctor Barrio (Gragera, 1987-Teruel, 2016) el toreo vuelve a pasar su inapelable factura, la que nadie quiere que le cobren y en la que ni un solo matador quiere tener tiempo para depositar ni un segundo de su más fugaz pensamiento.

Pero cualquier torero se sabe hombre muerto y hombre vivo a la vez. Los pitones cuando taladran la piel no atienden a ninguna lógica predecible. Y los cuernos del toro 'Lorenzo' (de la ganadería aragonesa de Los Maños) rompieron la frágil aorta de Víctor Barrio guiados por ese mismo instinto con el que el propio Barrio lo lanceaba unos segundos antes al natural siendo el tipo más feliz del mundo, porque torear produce para los que son capaces de hacerlo verdaderos cataclismos en el alma. Y Víctor era uno de esos elegidos.

La muerte le sobrevino a Víctor Barrio toda ella a la vez, en un instante de irremediable espanto, y sin darse cuenta lo que le estaba pasando ya había cerrado los ojos, como si continuara sin pensar en ella ni un segundo más que como había hecho ese mismo día para ponerse la piel de torero sobre su propia piel humana.

Un día me contó mi amigo Diego Urdiales que el vestido te transmuta, no por el brillo de alamar chillón, sino por esa manera que tiene de soldarse como una ventosa al cuerpo: epidermis de seda que se entrevera a tu propio forro natural para ser uno mismo, la misma cosa que te define y te protege con la exacta fragilidad de no llevar nada encima, sólo el peso místico y ético del rito salvaje y sublime del toreo. No existe más explicación que la del arte por el arte, no hay retruécano posible a este intercambio de identidades. Dar la vida por aquello que se cree y se ama puede parecer una temeridad, pero es imposible no hacerlo cuando se ha vivido el misterio inexplicable del toreo en tus carnes, en el espacio más recóndito e indescifrable de tu alma. Te atrapa, sencillamente y paradójicamente ya eres incapaz de vivir sin él aunque sepas que tú puedas ser el siguiente en pagar la puta factura que en ocasiones se cobra el destino.

Víctor Barrio fue el triunfador de la pasada feria de Calahorra en una corrida en la que sustituyó a Saúl Jiménez Fortes, que acababa de sufrir la segunda cornada en el cuello en la misma temporada y de la que increíblemente volvió a salir vivo. Llegó Víctor a Calahorra y cortó tres orejas, las que le habían dado la oportunidad de volver esta misma temporada a la capital de La Rioja Baja en su feria de agosto, donde ya no podrá hacer el paseíllo a pesar de que muchos de sus amigos de Alfaro lo hagan por él, porque Víctor Barrio era uno de los toreros habituales de los tentaderos de 'El Piteo' en el coso de las Cigüeñas, donde muchas mañanas de invierno se enfrentaba a las singulares ‘vacotas’ de este hierro riojano para preparar su alma y su cuerpo para las durísimas tardes de corrida.

Existe un vacío sin aliento en el cartel de la próxima feria de Calahorra, un vacío infinito de mirada de torero, de alma y corazón de un diestro que siempre estará en nuestra memoria.

El torero segoviano fue el último triunfador de la feria de Calahorra, donde estaba anunciado el próximo 28 de agosto

Era un diestro habitual de los tentaderos de la ganadería de Alfaro ‘El Piteo’, ciudad en la que contaba con un buen número de amigos y partidarios

Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja / La foto es de Luis Fernández

domingo, 3 de julio de 2016

Diego Urdiales debutará en Málaga en la 'Picassiana' del 17 de agosto

Diego Urdiales va a ver cumplido uno de sus sueños puesto que el próximo 17 de agosto debutará como matador de toros en el coso de La Malagueta en plena feria y en la Corrida Picassiana, que además será televisada por las cámaras de Canal Sur. El torero de Arnedo actuará ante toros de Torrealta con Miguel Ángel Perera, Joselito Adame y Saúl Jiménez Fortes en un cartel 'monstruo' de cuatro matadores. Los diestros Miguel Ángel Perera y Morante de la Puebla son los únicos que actuarán dos tardes y el resto de figuras contratadas son Enrique Ponce, Julián López El Juli, José María Manzanares, Alejandro Talavante y Cayetano Rivera. En la parte 'torista' del abono sobresale la corrida de Partido de Resina para Fernando Robleño, Domingo López Chaves y Javier Jiménez. Además, en la corrida de rejones se las verán cara a cara Pablo Hermoso de Mendoza y Diego Ventura, en un festejo en el que también actuará Manuel Manzanares. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

Perera entra en la feria de Alfaro con Padilla y Roca Rey, y Urdiales sale del cartel

El empresario Fontecha achaca la baja del diestro riojano a su presencia en Málaga y José Cutiño, su apoderado, asegura que «no hubo acuerdo económico»

«Diego Urdiales no viene a Alfaro como consecuencia de la feria de Málaga», así explica a Diario LA RIOJA Julio Fontecha, nuevo empresario del coso de la ciudad de las Cigüeñas, el cambio de última hora del diestro riojano por Miguel Ángel Perera en el cartel presentado ayer oficialmente para la corrida de la feria del próximo 16 de agosto. «No se ha debido a un tema económico, puesto que había llegado prácticamente a un acuerdo con su apoderado José Cutiño, pero se barajó la fecha del día 16 como entrada de Urdiales en Málaga y no podíamos esperar», declaró. Sin embargo, José Cutiño, representante de Fusión Internacional de Tauromaquia (FIT), apoderado de Diego Urdiales y a su vez empresario de Málaga, no está de acuerdo con las declaraciones de Julio Fontecha, ya que asegura que «no hemos llegado a un acuerdo económico con la empresa de Alfaro y nunca habíamos cerrado la contratación de Urdiales para esta feria. Lo que sí hubo es disponibilidad para esa fecha, pero nunca se cerró el acuerdo económico», recalcó. Cuestionado como empresario de Málaga si la corrida del día 17 en la que actuará el diestro riojano había entrado en conflicto con Alfaro, Cutiño desmiente dicha afirmación de Julio Fontecha: «En ningún caso, Urdiales tiene libre la fecha del día 16 y además, se da la circunstancia de que Perera actuará con Diego en La Malagueta el día 17 de agosto». El caso es que en la corrida presentada ayer el puesto que finalmente no tiene el torero de Arnedo será ocupado por Miguel Ángel Perera, siendo así ésta la única variación del cartel publicado por Diario LA RIOJA hace unas semanas y el que aparece en la web del Ayuntamiento de Alfaro en la plica presentada por Julio Fontecha, que a la postre fue la que más puntos obtuvo en las valoraciones de la mesa de contratación. Este periódico también ha conocido que el Ayuntamiento sabía desde mediados de junio que el cartel iba a sufrir cambios con respecto al original y que el apoderado de Perera hace unos 15 días que había enviado el contrato a Julio Fontecha. o Este artículo lo he publicado en Diario LA RIOJA el sábado 2 de julio de 2016

Muere Juan Habichuela, patriarca del toque flamenco

Juan Carmona 'Habichuela' (Granada, 1933) falleció el jueves por la noche en la capital de España aunque será enterrado en su ciudad natal, donde era un flamenco legendario, patriarca y heredero de una saga de tocaores legendarios, como su abuelo 'Habichuela el Viejo' o su hermano Pepe, que hace unos días actuó con su hijo en Bodegas Muga de Haro. Juan, curiosamente, se inició como bailaor con Mario Maya, y después se presentó en Madrid danzando aunque acabó actuando ya con la guitarra en míticos escenarios como Torres Bermejas o El Duende. En Logroño actuó en varias ocasiones, con su hermano y acompañando a cantaores como Rancapino o Chano Lobato, con el que le unía un sentimiento flamenco muy especial. La última vez que estuvo en La Rioja data del año 2001, cuando actuó en el Salón de Columnas en un concierto en el que le acompañó al cante 'Guadiana'. Su toque era muy flamenco y estaba en la línea de maestros a los que admiraba, tales como Manolo de Huelva, Niño Ricardo y especialmente Sabicas, personaje por el que sentía una devoción muy especial. Juan era el padre de Juan José Carmona, 'El Camborio', y Antonio Carmona, del grupo 'Ketama'

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