domingo, 31 de enero de 2016

La joya del patrimonio genético

Arsenio Ramírez
El toro bravo consigue del Ministerio el sello de calidad 'Raza Autóctona de Lidia'

La Federación de Asociaciones de Raza Autóctona de Lidia, 'Fedelidia', ha conseguido la autorización del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) del uso del logotipo 'Raza Autóctona de Lidia'. Este hecho supone un paso fundamental en la defensa de los valores de la raza de lidia entre los que se encuentra la calidad de su carne. 'Fedelidia', entidad que aglutina a las cinco asociaciones de toros de lidia -Asociación de Ganaderías de Lidia, Agrupación Española de Reses Bravas, Asociación de Ganaderos de Reses de Lidia, Ganaderos de Lidia Unidos y la Unión de Criadores de Toros de Lidia- se ha reunido en Asamblea General para definir las líneas fundamentales del proyecto que tiene como objetivo resaltar y acercar la consumidor las virtudes de la carne de lidia, tal y como quedó demostrado en Madrid Fusión con la ponencia del cocinero Mario Sandoval, del restaurante Coque. Mediante la autorización del uso del logotipo, el ministerio pone de manifiesto que esta raza, además de tener como destino la lidia, presenta muy buenas aptitudes para la producción cárnica, en la misma línea que otras razas autóctonas. Asimismo, recoge que esta raza forma parte de la biodiversidad ganadera. La denominación Raza Autóctona 100% Lidia servirá exclusivamente para la carne de la Raza bovina autóctona de Lidia, perteneciente a animales que se encuentren inscritos en Libro Genealógico de dicha raza, tanto lidiados como no lidiados. En ese sentido, la zona de producción de la Raza bovina autóctona de Lidia, cuya carne es apta para ser protegida por el nuevo label de calidad, está constituida por las explotaciones en donde se cría dicha raza en pureza, sea cual fuere su ubicación debiendo ser sometida a controles que garanticen al consumidor este hecho. Finalmente, 'Fedelidia' representa a las 1.003 explotaciones de toda España y 211.885 animales inscritos en el Libro Genealógico de la Raza Bovina de Lidia. El toro de lidia constituye la mayor aportación española a la genética mundial y a la cría animal. Antes que innovadores ganaderos ingleses comenzaran a formar importantes razas vacunas y porcinas durante los siglos XVII y XVIII, incluso antes de que en 1791 se creara el Libro Genealógico del caballo de pura sangre inglesa, ya se seleccionaba en España el toro de lidia, pues los primeros ganaderos españoles ya controlaban y anotaban su genealogía, comportamiento y características en primitivos libros de ganaderías. El toro bravo desciende del uro o toro salvaje de la Edad Media, que abundaba en toda Europa, con más que posibles contribuciones del vacuno que trajeron los celtas que habitó por el norte de España y de Portugal, y aportaciones del ganado que emigró a la Península Ibérica procedente de África en el período cuaternario, coincidiendo con las glaciaciones.

Raíces de la cultura hispánica
Como en la cultura Grecorromana, el toro está igualmente muy ligado a las raíces de la cultura hispana. Es el animal más emblemático, hasta el punto de simbolizar la fiesta popular, y su figura fecunda todas las artes, desde las pinturas rupestres pasando por los toscos verracos ibéricos, hasta las tendencias más modernas de la cultura española, representado en dibujos, grabados, pinturas, esculturas y por supuesto en nuestra literatura. El toro desempeña un papel fundamental en la economía de la península ibérica, pues modifica el paisaje por la necesidad de mantener grandes vacadas, y propicia la creación de las ferias de ganado que tanta importancia tuvieron para el desarrollo de pueblos y ciudades. El toro de lidia tuvo su cuna, origen y solar en España, y desde aquí se extendió y exportó a Portugal, sur de Francia y numerosos países del Continente Americano principalmente durante el siglo XX. Gracias a la concurrencia de intereses de una cultura popular con profunda raigambre taurina, a las prácticas ecuestres de los nobles y caballeros de la Edad Media, a la destreza para el juego con los toros del personal encargado de su manejo en las dehesas y en los mataderos, así como al inteligente arte de criar y seleccionar de los ganaderos, se creó este bello animal, una de las mayores joyas de la zootecnia mundial. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

José Tomás conmueve sin triunfo en La México

El diestro de Galapagar puso un histórico lleno de ‘no hay billetes’ en su regreso a una Monumental de Ciudad de México abarrotada 

Sólo pudo cortar una oreja en una tarde en la que sufrió dos espeluznantes cogidas y en la que logró los mejores muletazos de la corrida

Adame salió a hombros tras lograr dos orejas protestadas en el sexto, un toro de Los Encinos que fue el más bravo de la corrida 

Joselito Adame se bebió la gloria de José Tomás en una tarde absolutamente desbocada de expectación en un gigantesco embudo de Insurgentes repleto de aficionados llegados de todo el planeta: más de 45.000 espectadores para celebrar el rito ancestral de la tauromaquia con el mito viviente e inalcanzable del toreo contemporáneo. Pero la realidad es que el diestro de Aguascalientes logró dos orejas en el sexto, un excelente toro de 'Los Encinos', con el que puso de relieve todos sus argumentos en una faena de mucha ligazón, pulso y temple, especialmente al natural, coronada con un gran arrimón y una estocada en la suerte de recibir que le colocó los máximos trofeos en la mano tras un descabello y ciertas protestas de un sector de la plaza. La gloria esperada para José Tomás se fue en volandas con el diestro hidrocálido que se ha reafirmado como el principal torero de México tras una corrida extraña para el torero de Galapagar -muy extraña- que acabó siendo pitado a la muerte del quinto (un sobrero manso y bronco de Xajay) en una clara expiación de todas las esperanzas colocadas y no consumadas en la muleta del torero español, un ídolo al que no le consintieron que el toro devuelto de la tarde bajara levemente en su trapío respecto al resto de los astados. La bronca del público fue atronadora y el mismo juez de plaza que había aprobado a la res en el sorteo matinal decidió enviarlo de vuelta a los chiqueros tras una más que curiosa protesta nacida en la 'Porra de Sol' y que se fue extendiendo por el resto de los tendidos como dinamita; una bronca que daba toda la sensación de que se había fraguado en las bambalinas más oscuras que dirigen los hilos del coso capitalino. ¿Pero estuvo mal José Tomas? Ni de lejos. Los mejores lances de la corrida, la faena más importante y la torería más impávida corrieron de su cuenta. La faena al primer toro -con un raquítico balance de una oreja protestada- fue memorable. Sello propio de José Tomás que fue capaz de inventarse un toro que parecía imposible y al que logró muletazos de enorme plasticidad y belleza, de inverosímil quietud y de máxima entrega tras recibir dos espeluznantes volteretas. La primera de ellas vino en la corta distancia, pasándose los pitones por las espinillas, fue prendido y en el suelo el astado le propinó un pitonazo que le rompió la taleguilla derecha. El segundo fue quizás más tremebundo y el toro, al perder el diestro la verticalidad, hizo por él con saña rondando los pitones por el cuello en unos segundos tan dramáticos como interminables, con el torero en el suelo y el animal haciendo por él con el diestro sin aparente posibilidad de escapatoria. De ambos trances salió José Tomás indemne y sin mirarse, como si en el fondo se sintiera un tipo inmortal en la misma zona cero de la tragedia. Un estoconazo delantero le sirvió para conquistar el único trofeo de la tarde, que además fue protestado por ese mismo sector de los graderíos de sol. Ni paseó la oreja el ‘Príncipe de Galapaga’. El segundo de José Tomás fue un espectacular cárdeno claro, veleto y de pitón fino. Lo recibió de manera superior a la verónica, a pies juntos y jugando los brazos con enorme lentitud. Apenas se picó y el tercio de banderillas resultó tedioso. Al toro le faltó raza, aunque el diestro de Galapagar logró muletazos muy buenos por ambas manos, con varios naturales de larguísimo trazo y perfecta reunión. En esta faena se pudo ver al José Tomás más puro, a pesar del viento y a pesar de todos los pesares, dibujó muletazos excelsos en series tan largas como profundas. El toro se rajó y a partir de buscar las tablas, la faena perdió intensidad y el mal uso de la espada dejó el segundo capítulo en una ovación trufada de cierta decepción. La tarde pesaba, la corrida no estaba caminando por la senda esperada y las cañas comenzaron poco a poco a tornarse en lanzas. Joselito Adame, además, también había perdido más de un trofeo con la espada, su cruz en una tarde en la que clarísimamente se llevó los dos toros con más opciones de la corrida: el segundo y el sexto.

Ficha del Festejo Monumental Plaza México. Lleno histórico de 'no hay billetes'. Toros de Fernando de la Mora (2º, noble; 3º justo de raza y rajado; y 5º, devuelto por falta de trapío) y Los Encinos (1º, descastado; 4º, complicado; y 6º, noble y con mucha duración). Un sobrero que hizo quinto de Xajay, muy protestado, geniudo y descastado. José Tomás, de rosa y oro: una oreja, ovación tras aviso y silencio tras aviso. Joselito Adame, de azul marino y oro: Ovación tras aviso, silencio y dos orejas con protestas. Salió a hombros. Domingo, 31 de enero de 2016
o Esta crónica se publicó en los portales de Internet de los medios de Vocento

JOSÉ TOMÁS SE CITA CON SU DESTINO ANTE 45.000 ALMAS

El torero de Galapagar protagoniza un mano a mano en México DF con Joselito Adame en la corrida más esperada por la afición desde su cornada en Aguascalientes 

El lleno en la Monumental de México será histórico y la reventa se dispara con precios por las barreras que ya superan los 6.000 euros o los 200 euros de la entrada general sin numerar en lo alto de los graderíos 

Una especie de locura persecutoria taurina se ha desatado en México D.F. 

Los principales medios locales especulan con los precios que se están pagando en la reventa de Internet por algunas localidades: oscilan entre los 200 euros por una entrada en la general de sol hasta los 6.000 euros en las codiciadas barreras a pie del ruedo de Insurgentes, la gigantesca plaza en la que este domingo a las 23.30, hora de España (16.30 h. en México), volverá a los ruedos José Tomás, el diestro más mitificado y especial de la tauromaquia contemporánea, el torero del silencio y de la no televisión, el que mediante la ausencia casi absoluta de apariciones públicas ha tejido a su alrededor una singular tela de araña en la que se quedan enganchados personajes de toda condición que son capaces de seguirle por el mundo en sus contadísimas actuaciones. Un buen ejemplo es el fotógrafo Alberto García-Alix, que lo vio en su mítica encerrona de Nimes (Francia), "en dos horas nos hizo mejores personas. ¿Dónde puedes encontrar una épica como la de ese hombre, el respeto, la mística, el sacerdocio, la altivez, la tensión, el arte…?". La Monumental de México es el coso más grande del mundo y se edificó hace setenta años para albergar la inusitada pasión que generaba 'Manolete' en una afición que veneraba aquella quietud mayestática del torero de Linares, una estatua de mármol admirada por un José Tomás que en esta Feria del Aniversario cerrará un círculo que parecía imposible: reventar de gente de todos los confines el coliseo levantado para el diestro que en tantas cosas ha sido su inspiración y su destino. Pero José Tomás no es Manolete, de hecho su tauromaquia, su forma de expresarse en el ruedo, apenas tiene que ver con la del Califa cordobés, pero existe un hilo muy fino y para nada circunstancial que une de manera casi invisible la entrega de aquel espigado y ascético icono de la España de la posguerra y el afán de un torero mucho más estético que el cordobés pero igualmente arrobado por un espíritu indescifrable en lo moral, una forma de succionarse de sí mismo sobre el ruedo que hace de cada una de sus tardes de corrida una especie de paseo por un campo de minas, es el lado más duro del toreo porque su entrega es siempre máxima, como si supiera que los aficionados que le siguen lo esperan todo de él: "Cuando los toros no sirven, tiene que servir el torero", le confesó el diestro al desparecido periodista Matías Antolín. Y es que José Tomás se mueve en parámetros completamente diferentes a cualquier matador de su generación y ni la planificación de sus temporadas ni el número de corridas en las que participa se atienen a fines comerciales: "No sabemos nada, no es que no lo queramos decir. Pero él es el que decide cuándo y dónde. Si hará temporada más allá de esta corrida es un misterio indescifrable", asegura Israel Vicente, periodista y jefe de Prensa de José Tomás.

Completa entrega
"Cuando salgo al ruedo me entrego por completo y no pienso en la corrida siguiente, ni en la próxima, pienso en ésta", declaró en Barcelona el día que se encerró de manera altruista ante seis toros de diversas ganaderías. No hay nada más que la próxima corrida en su agenda; cuestión que sin duda desespera a los empresarios y deja a sus seguidores en un infinito duermevela. Durante el periodo que permaneció inactivo no paraba de torear para sí mismo en el campo. Algún ganadero ha relatado con no sin asombro que de pronto, un día, recibía una llamada: -"Soy José Tomás. ¿Me puedes apartar un toro, que voy mañana?". Debe de ser precisamente en la soledad del campo donde aflora un José Tomás genuino, sin apenas público, a lo sumo tres o cuatro privilegiados que contemplan faenas del mismo riesgo que en la plaza pero sin espectadores ni críticos. Se cuenta que José Tomás a veces torea sin muleta, con las palmas de las manos convenciendo a la res de que por donde tiene que pasar es exactamente donde le dicta su tronco juncal y su engaño efímero. Es más, José Tomás en el campo no se suele aliviar y torea con astados completamente limpios de pitones y en alguna ocasión sin picadores de por medio. Una locura, teniendo en cuenta que las placitas de tientas suelen estar lejos de las ciudades, con carreteras tortuosas y con muchas dificultades para un eventual rescate médico. Aunque todo eso parece que ha cambiado tras la cornada de Aguascalientes, y ahora se preocupa mucho más de su seguridad clínica con una UVI móvil que le acompaña tanto a esos tentaderos como a las corrida secretas que organiza a puerta cerrada como ensayo antes de una tarde tan importante como la del domingo. Incluso realiza las mismas rutinas que un festejo normal: se viste en el hotel y se dirige a la plaza con su cuadrilla en la propia furgoneta; paga los sueldos correspondientes a cada profesional de su equipo y si es posible, lidia astados de la misma ganadería a la que se va a enfrentar en la tarde elegida. Nada al albur de la improvisación para un torero en extremo perfeccionista, radical y, en el fondo, desconocido para sus miles de seguidores. En una entrevista concedida a Diario La Rioja hace unos años dio algunas claves sobre su personalidad: "Aunque me considero una persona equilibrada y cerebral, cuando llego a ese punto de entrega es muy difícil no dejar que sólo mande la cabeza; es el corazón el que termina imponiéndose". Y también sobre la tauromaquia que persigue: "Yo concibo la verdad del toreo partiendo de una base en la que el torero ha de darse las menos ventajas posibles frente al toro, intentando hacer las cosas con pureza, y eso implica -prosigue José Tomás- no perder pasos ni quitarle el engaño de la cara. A veces lo logro y otras veces no tanto". Y es que como le confesó a Sabina: "También tengo miedo, soy un ser humano y he pasado mucho miedo". En otra entrevista que concedió a Televisa en 2007 ya anunciaba los riesgos que corría la tauromaquia: "Quizá el mundo del toro se ha cerrado mucho en sí mismo. Lo que hay que hacer es abrirse, porque el mundo cambia, la vida cambia, las cosas evolucionan. Los que dirigen esto piensan que mientras la plaza se llene lo demás no importa. Creo que tenemos que mirar al futuro porque está demostrado que la fiesta tiene sus detractores pero también tiene argumentos más que suficientes para poder defenderla. Mientras un torero sea capaz de emocionar a la gente con un toro, la gente seguirá yendo». Como escribió Michael Kimmelman, crítico de arte del 'The New York Times', -que lo siguió a lo largo de una temporada por España y Francia-, "José Tomás mueve multitudes y para los aficionados es la mejor esperanza para el toreo". Música y compromiso social Apenas trasciende nada de su vida más allá de los ruedos. Le gusta mucho la música y está embarcado en un proyecto de unir el cante flamenco de Duquende con las míticas canciones de José Alfredo Jiménez (que adora), un genio de las rancheras, huapangos y corridos que sigue teniendo enamorado al pueblo mexicano a pesar de que hace más de cuarenta años de su muerte, una especie de Gardel mexicano idolatrado por Joaquín Sabina (otro tomasista irredento), Nacho Vegas o Maná. José Tomás es un tipo misterioso, vive alejado de los focos, pero también demuestra su compromiso social con el desarrollo de una fundación que lleva su nombre y que él financia, en la que a través de distintas iniciativas se compromete contra la violencia de género, apoya a estudiantes mexicanos con diferentes becas o se involucra en el estudio de lo que significó la Constitución de 1812. Incluso ha cedido honorarios completos a toreros con graves lesiones medulares o después de firmar el contrato más alto de la historia con la plaza de toros de Bilbao entregó todo el dinero a la Casa de Misericordia, una entidad benéfica y copropietaria del coso bilbaíno. La cornada de Aguascalientes impidió su vuelta a Bilbao, pero las personas que negociaron aquel contrato se quedaron atónitos con la decisión del 'Príncipe de Galapagar', tal y como es conocido en México el diestro. Desde 2009 no se anunciaba en la Monumental de México. Aquella tarde iba José Tomás de color amarillo barquillo, con el vestido más raro de la torería: bordados de estrellas y alamares como flores de lis, con invisibles adornos de bisutería verde y los cabos blancos de delicada seda brillante. Este domingo se las verá mano a mano con el hidrocálido Joselito Adame, la principal figura de la torería mexicana, y ante seis toros de dos ganaderías punteras: Fernando de la Mora y los Encinos. La suerte está echada y todos los misterios del toreo tienen una cita que comenzará exactamente en el momento que suene en la Monumental ‘Cielo Andaluz’, el legendario pasodoble que se utiliza desde 1920 para partir plaza en el coso de la capital de México y que fue compuesto por el músico aragonés Rafael Gascón en 1912.
o Este artículo lo he publicado en los medios de Colpisa

sábado, 30 de enero de 2016

LUIS EL ZAMBO O LA ARQUEOLOGÍA DEL CANTE

Vino rozadito de la voz Luis el Zambo a Logroño, un poco tocadito de la garganta, de la faringe o de las cuerdas vocales. Bien no lo sé; ni soy médico ni cirujano para diseccionar la salud laríngea de un cantaor que es pura arqueología en sí mismo, puro sostén de un estilo fragüero inimitable, aprehendido a la fuerza de la costumbre, al calor de la fascinante pedagogía de la calle y la vivencia, de escuchar con tino, de interpretar con alma y con fatigas un universo de voces y estilos que el tiempo se encargará de que sean pasto de la memoria, de congelarlos en archivos sonoros como si fueran un banco de germoplasma para oírlos en el futuro, y obviamente, romper a llorar ante tamaña pérdida, ante gigantesca desolación. Vino rozadito de la voz, pero no del alma. Y sostuvo ese cante tan particular, tan de Jerez, tan de las familias de la calle de la Sangre, a pesar de que en cada sílaba y en cada tercio pareciera imposible sujetar el andamiaje y la estructura de un cante tan roto, con tanta queja que parecía derribarse en cada lance. Pero no, porque habita en este Zambo una fuerza telúrica, una singular acidez que hace que cada remate se resuelva tan flamenco y tan preciso como precioso. Para mi hubo una cumbre, y llegó por la malagueña, tremenda de dolor, de oscura intermitencia, temblorosa, gitana y con momentos de puro cante, de transida belleza, de 'chaconianos' aromas al compás de un Miguel Salado que bordó el toque, el acompañamiento, los falsetes y los juguetillos con los que embelesó a los espectadores para llevar en volandas el cante del Zambo, tan poderoso como paradójicamente delicado, como una ramita quebradiza pero que es capaz de superar cualquier hielo traicionero de primavera. Es complejo explicar la rotación de la garganta del cante de El Zambo, los melismas contenidos en una sola sílaba para que en un juego casi aritmético de voces y probabilidades dé como resultado una malagueña tan hermosa, tan derramada como dulce nacida de la pura queja. A pesar de la voz 'rozá', de la pena contenida en un cante que es una especie de aullido sin explicación ni norma, a mí me emocionó ese prodigio de inmemorial dulzura. Así se dolía el Tío Gregorio, la Piriñaca o Curro Dulce, aquel misterioso ejemplar de cantaor gaditano del que de decía que sólo era capaz de romperse en las más íntimas fiestas. ¿Y qué es sino el Salón de Columnas? Un espacio para disfrutar del cante epidérmico, de la voz cercana, del trémolo guitarrero en apenas un suspiro. Buen concierto del Zambo, que vino de Jerez sin pescado alguno, pero con esa horma universal en la que caben todos los dolores del universo: el cante grande, el de los sonidos negros.

XX JUEVES FLAMENCOS
Cante: Luis el Zambo. Toque: Miguel Salado 
Salón de Columnas del Teatro Bretón: Localidades agotadas. Jueves, 28 de enero de 2016

jueves, 28 de enero de 2016

Luis El Zambo: «Hay que estar en flamenco hasta para comer»

El cantaor jerezano Luis ‘El Zambo’ abre esta noche a las 21 horas los conciertos del Salón de Columnas con la guitarra de Miguel Salado

«Los sonidos negros es algo que no se puede explicar pero que se entienden cuando se escuchan», subraya Luis ‘El Zambo’, nacido el 26 de septiembre de 1949 en el barrio de Santiago, de Jerez de la Frontera, la cuna del cante. «Soy sobrino de ‘El Sordera’; sobrino segundo del ‘Tío Borrico’, del ‘Terremoto’, del ‘Tío Cabeza’, emparentado con Rafael se Paula. Mi padre tenía cuatro puestos de pescado y todos los hermanos nos hemos criado en la pescadería cantando toda la vida, escuchando a los viejos, a los que cantaban bien. A los 51 años empecé a cantar en los escenarios; no echaba cuentas porque cada día vendía un camión de pescado. La gente me decía que me dedicara a cantar, pero yo seguía a lo mío, cantando en casa, en el barrio, en los cuartos y madrugando para vender pescado. No quería dedicarme sólo al cante porque mi padre se acordaba mucho del Borrico, que era el mejor cantaor de España, y que después de estar toda una noche cantando en una venta se volvía a su casa sin un duro, medio muerto hasta que se murió. Sin nada. Esas penas grandes y esas fatigas no las quería mi padre para ninguno. Y yo no canté hasta los 51».
-Pero un día se decidió cantar...
-Por derecho
-¿Y eso?
-Porque para dedicarse al flamenco hay que ser flamenco en todo, hasta para comer se come en flamenco. Hay que ser artista con gallardía, con gitanería, con hondura. Y eso cuesta mucho porque hay que estar muy atento a todo, a todo lo que se mueve para dárselo al público.
-¿Cómo fue?
-El Morao me lo propuso; lo acepté porque fue para grabar el disco de ‘Los Cayos Reales’ con María Soleá y Luis el de la Pica. Diego Carrasco me llamó más tarde para hacer un disco con ‘Los Zambos’. Después grabé ya solo el disco ‘Gloria Bendita’. He colaborado con Miguel Poveda, con Tomatito y estoy feliz de cantar.
-¿Qué es el cante gitano?
-El cante ‘afilao’, el cante nuestro, el que hacemos en Jerez los gitanos de nuestro barrio. Es un eco especial que tenían el Chocolate o Agujetas, voces con pellizco, con duelo debajo y delante. Y de esos hay muy pocos. Para cantar gitano hay que ser gitano; eso lo decían los maestros Antonio Mairena y Juan Talega.
-No le da miedo a que le digan racista...
-No porque yo no digo que canten mejor o peor, yo digo cante gitano. Ha habido muy grandes flamencos que han cantado muy bien sin ser gitanos, pero no cantaban gitano; y eso no quiere decir tampoco que todos los gitanos canten bien.
-Don Antonio Chacón, de Jerez y padre del flamenco... No era gitano.
-Aquel hombre era descomunal. Era un libro abierto de cante. Sus malagueñas eran insuperables incluso para los cantaores naturales de Málaga como Juan Breva o la Trini. Don Antonio tenía una voz insuperable y todo el conocimiento. No sería gitano, pero era de Jerez; eso sí.
-¿Recuerda cómo era el cante en su barrio cuando era niño e iba por las calles?
-Era otro mundo, inexplicable ahora. Los patios y las casas de vecinos hervían de cante en las calles. Cada uno tenía su trabajo, las verduras, las canastas, los pescaos. Pero eran artistas y no lo sabían aunque lo supieran. Vivían de sus trabajos, unos cantaban, otros el toque, el baile. Cuando no había un bautizo en Jerez había tres. La fiesta, el cante, el vino... Se escuchaba el flamenco y te traspasaba la piel, no te dabas cuenta. Yo escuchaba aquellos viejos y no era consciente porque era lo natural.
-¿Por quién moría?
-Por Terremoto. Aquello era una cosa especial y distinta. Era el cante desnudo de cante, desnudo de cuerpo. Me enteraba de que cantaba donde fuera y me cogía la furgoneta de pescao y hacía los kilómetros para escuchar un jipío suyo porque aquello era monumental. Una vez pusieron al Camarón en la plaza de toros de Jerez por un millón de pesetas. La gente fue a buscar a su casa a Terremoto para que le dieran otro millón a él. ¡Y cómo cantó aquel hombre! Acabó y se fue media plaza con él y la otra con Camarón.
-¿Y se acaba el cante, maestro?
-No; pero no va a ser como antes porque todo cambia. Ahora los chiquillos aprenden de los discos. Les falta la vivencia; eso que nos atrapaba de chavalillos escuchando por las calles y en las casas. Ahora escuchan los discos y repiten lo que suena, pero eso es otra cosa. Saben mucho, estudian las técnicas, aprietan los dientes. Y cantan bien, ojo. Pero es otra cosa porque no tienen las vivencias; las vivencias nuestras de cuando chicos y escuchábamos al Borrico en la Venta, que se había venido a casa ya solo después de una juerga con todo el frío del mundo metido dentro de la chaqueta.
-Pero ya no hay esas cosas.
-Un drama para el cante gitano, la pureza que no se puede estudiar. La Piriñaca me ponía a cantar en sus rodillas hasta las dos de la mañana. Y yo escuchaba aquello atónito, embelesado.
-¿Qué cantes son lo que más le gustan?
-La soleá, la bulería por soleá. Esos dos me hacen sentir una cosa especial. A veces me ha pasado que me he llevado más de treinta minutos cantando por soleá sin repetir un solo cante. Embebido, olvidado de todo, como si no hubiera gente ni escenario. Sólo yo y la guitarra, como cantando sin voz apenas. Dormido por dentro, olvidado el tiempo, olvidado de todo. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

martes, 26 de enero de 2016

EL REGRESO DEL ÚLTIMO MITO DEL TOREO

La expectación se desborda en México para la vuelta de José Tomás al ruedo de la Monumental de Insurgentes, la plaza de toros más grande del mundo 

El torero de Galapagar, que hizo el Camino de Santiago tras el verano, se está preparando a fondo para su ‘mano a mano’ con Joselito Adame del próximo 31 de enero 

 Vuelve José Tomas a los ruedos y lo hará el próximo domingo 31 de enero a la plaza más grande del mundo, el embudo de Insurgentes en México DF, con todas sus 45.000 localidades agotadas desde el pasado mes de noviembre y con la expectación desbordada ante un acontecimiento que convierte en único a este torero misterioso, alejado de casi todos los focos y con un poder de convocatoria extraordinario en un momento plagado de crisis e incertidumbres en el mundo de los toros. La corrida, ante astados de Fernando de la Mora y los Encinos, será un 'mano a mano' entre el diestro de Galapagar y el hidrocálido Joselito Adame, la principal figura del toreo mexicano. Según ha trascendido desde el hermético entorno del torero, lleva preparando la cita desde que en verano cerró con la empresa del coso capitalino su incursión en los carteles de la feria del setenta aniversario: ha realizado el camino de Santiago, ha hecho diversos tentaderos en España y desde otoño se encuentra en Aguascalientes concentrado para el evento que conmemorará sus veinte años de alternativa y su décimo paseíllo en este gigantesco escenario. ¿Pero por qué hay detrás de José Tomás para explicar la fascinación que produce su toreo? El historiador cordobés Fernando González Viñas escribió un delicioso ensayo titulado ‘José Tomás. De lo espiritual en el arte’, donde indagaba en la motivación última que marca el destino del matador. Las conclusiones no eran evidentes pero sí dejaba más o menos claro que el discurso de su toreo tenía mucho que ver con una denodada, infatigable e irreverente búsqueda de su libertad individual. Es decir, el toreo como un camino de perfección, como la escuela más sobria de la vida, que diría el filósofo barcelonés Víctor Gómez Pin, pero que a la vez produce en el artista una sensación de plenitud. "Vivir sin torear no es vivir", le confesó el propio José Tomás en una entrevista a la escritora Almudena Grandes. La gravísima cornada que recibió en Aguascalientes en 2010 le llevó al propio diestro a escribir un pequeño relato en el que explicaba las sensaciones que vivió durante la dolorosa recuperación de las lesiones que le produjo el toro 'Navegante': "Fue un camino largo, muy largo e intenso, muy intenso. De mucha incertidumbre que me hizo crecer como persona, que me hizo crecer como torero. Porque tuve que profundizar en las formas, y como dijo Hegel 'en el arte la forma es el fondo'. Fue más hermoso que nunca reencontrarme con las sensaciones de siempre, coger una muleta, torear de salón, hacer un tentadero, y llegar a una plaza de toros, ponerme el traje de luces y liarme el capote de paseo para volver a pisar el terreno de la libertad. La libertad que se siente en el ruedo poniendo la vida en juego pero eso sí, a cambio de más vida todavía". Quizás por eso, González Viñas recogió una frase esclarecedora pronunciada por el propio matador: "Yo entiendo la vida como una búsqueda de la libertad. Y en el toreo a veces la encuentro". Como recuerda el propio Viñas, Kandisky dejó escrito que "bello es lo que brota de la necesidad anímica interior" y José Tomás ofrece la sensación de que dentro de sí habita un volcán al que domeña toreando y por eso su toreo se sitúa siempre en la frontera más extrema, rayando y sobrepasando todos y cada uno de los límites emocionales hasta llegar a un lugar que ha descrito a la perfección sólo otro torero, Luis Francisco Esplá: "El valor es colocarse donde se pone José Tomás", dijo el alicantino.

Fuera y dentro de la plaza 
Y es que José Tomás es así, sin vuelta atrás en la plaza ni fuera de ella, tal y como atestiguó nada más y nada menos que José Miguel Arroyo ‘Joselito’ en una entrevista que le hizo José Ignacio de la Serna para revista oficial de la plaza de Las Ventas: "Lo que me reventó de verdad fue torear tantas tardes con José Tomás. Ese cabrón es el torero más valiente que he visto en toda mi vida. Se ponía allí y no había forma de quitarlo. Con el toro bueno, dentro de mi concepto, sabía que yo podía marcar una diferencia, pero es que a él le daba igual que fuera bueno o malo. Hace poco mató un toro en mi casa y se lo dije: con un pelo de un huevo tuyo, soy capaz de reaparecer ahora". José Tomás toreó el año pasado una sola corrida y también lo hizo en México, en el coso de Aguascalientes y en similar formato, 'mano a mano' con Eulalio López 'Zotoluco'. En aquella tarde se vivió un acontecimiento sorprendente que demuestra hasta el extremo donde llega la pasión por su tauromaquia: el etarra Hilario Urbizu San Román, alias 'El Escopeta', huido de Españas desde 1994, fue detenido en las inmediaciones del coso después de la corrida, donde fue detectado por la policia. Aquella corrida fue un gran triunfo para José Tomás, cortó tres orejas y convirtió el coso de San Marcos en un volcán, que sirvió para acrecentar su leyenda porque volvía al ruedo en el que estuvo a punto de morir en 2010. El toro ‘Navegante’, de José Garfias, le hirió de extrema gravedad en el muslo izquierdo y se vivieron momentos de gran dramatismo hasta que el diestro de Galapagar fue estabilizado y pudo recuperarse después de una operación a vida o muerte y tras varias transfusiones de sangre. Sus allegados explican que torea en el campo más que nunca y que su preparación es absoluta y perfecta para poder torear en las principales plazas, pero la realidad es que desde la cornada de Aguascalientes sus apariciones de luces han sido cada vez más reducidas y escuetas. En 2014 actuó en Juriquilla (México) y apenas tres tardes en España: Granada, León y Málaga. Una lesión en un dedo del pie le impidió hacer campaña en 2013 y hasta los medios apenas llega el eco de las muchas iniciativas benéficas que realiza con la fundación que lleva su nombre. El resto de noticias ha sido una sucesión de mutismos sólo emborronada con el adiós de su apoderado desde 2007, el músico y escritor catalán Salvador Boix, un personaje poliédrico, socarrón e inteligentísimo que ejercía su función de hombre-muro con una exquisita diligencia. Y como el mutismo en torno a su figura es absoluto, nada se sabe sobre si hará temporada en nuestro país o se limitará a las tres corridas de los últimos años. El caso es que si decide volver a los ruedos, las ciudades agraciadas recibirán una especie de lotería, ya que diversos estudios sobre la 'huella económica' de José Tomás destacan el tirón que produce este diestro en las economías locales. Así, la presencia de José Tomás en los ruedos durante las temporadas 2007-2010 generó, según el profesor Juan Medina (de la Universidad de Extremadura) unos movimientos económicos de 91,7 millones de euros, de los que 37,9 fueron ingresos directos en taquilla, gracias a la presencia de los 757.612 espectadores que asistieron a los 62 festejos en lo que se anunció. Las cifras dan la dimensión real del impacto económico y social del torero de Galapagar, por eso las empresas esperan hasta el último momento la decisión del torero y las plazas que elige para sus ‘micro-temporadas’. El año pasado aparecieron algunas imágenes furtivas en ‘twitter’ de José Tomás toreando en el campo antes de actuar en Aguascalientes. En esta ocasión, ni eso. Sólo se sabe que la plaza vivirá un lleno histórico, que la reventa está disparada, que están agotados todos los vuelos desde España hacia México y que los intentos de la empresa de la plaza por retransmitir la corrida han sido baldíos. La razón estriba en el compromiso del torero para sus miles de seguidores y que una vez anunciado que la corrida no se televisaría no iba a faltar a su palabra. Y es que como explican desde la oficina de prensa del propio torero: "La palabra de José Tomás es sagrada". o Este artículo lo he publicado en los medios de Colpisa

domingo, 24 de enero de 2016

Tauromaquias universales

Un documental ahonda en la relación entre el hombre y el toro desde el paleolítico

El objetivo, según el director de la obra, André Viard, es ofrecer una visión global de la cultura taurina con argumentos sólidos para defenderla

Hace unos días se estrenó el documental 'Tauromaquias universales' en el teatro de Mont de Marsan (Francia) con un gran lleno de público y enorme éxito. Escrito y realizado por André Viard en el marco del plan de fomento ideado por el Observatorio de las Culturas Taurinas, y financiado por la Unión de Ciudades Taurinas de Francia con la colaboración del sector profesional, esta obra de 65 minutos cuenta la relación entre el hombre y el toro desde el paleolítico hasta la actualidad, a través de una imponente labor de investigación y de una iconografía muy completa, reunida por la revista 'Tierras Taurinas'.El objetivo de este documental, que acompañará al 'Museo itinerante de las Tauromaquias universales' en su viaje por las ciudades taurinas francesas, es ofrecer a los aficionados una visión global de su cultura, dándoles de esta manera argumentos para defenderla, al mismo tiempo que enseñar a los que no lo son los valores de la cultura taurina.Como explica el director de la obra, el periodista André Viard: «La fiesta taurina es, en realidad, el espectáculo más culto del mundo. Y el más antiguo. Por un lado, no casa con ideologías, pues representa una conquista del pueblo sobre los privilegios de la nobleza; por otro, hunde sus raíces en los orígenes de la Humanidad». Y va más allá: «Mientras que el tigre pueda matar a la gacela, el tiburón al besugo, la zorra a la gallina y el gorrión al gusano, negarle al hombre su derecho a enfrentarse al toro en una lucha épica, estética y ética equivaldrá a despojarle de los derechos que tienen las demás especies, atentando contra su propia naturaleza» Viard subraya que «como mucha gente en Europa, no pertenezco a ningún partido político: siempre he votado a aquellos que garantizaban la libertad de pensar y de emprender. De ahora en adelante, aunque parezca increíble en pleno siglo XXI, habrá que votar a aquellos que respeten la libertad cultural de cada cual, sin pretender imponer a los demás su propia ideología. La democracia no otorga a la mayoría el poder de aniquilar a la minoría, sino que, al contrario, defiende el respeto. Desafortunadamente, en este contexto, a los taurinos nos ha tocado el papel de chivos expiatorios, hasta que encuentren otro grupo mejor que les permita maquillar su incapacidad para solucionar los verdaderos problemas de los ciudadanos». El escritor francés cree que no debemos pecar de inocentes: «De nada sirve explicarle a esta gente que la fiesta no es ni de izquierdas ni de derechas, sino que, al contrario, favorece la convivencia pacífica y apasionada entre todas las sensibilidades de la sociedad, que es el espectáculo más democrático que existe -donde un pañuelo tiene el mismo peso en una barrera de sombra y en una andanada de sol-, y que, para muchos chavales de origen humilde, sigue siendo un ascensor social inmejorable: de la miseria a la gloria, cualquiera tiene la oportunidad de cambiar su vida... si es capaz. En una sociedad que ha convertido el enchufismo en su regla de oro». o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

domingo, 17 de enero de 2016

LA BÚSQUEDA DE LA EMOCIÓN

Gran entrada e importante concierto de la onubense Argentina para descorchar el XX aniversario de los Jueves Flamencos, un ciclo que comenzó siendo algo así como un experimento sociológico y que se ha consolidado como una de las grandes referencias culturales de los inviernos de Logroño. Y es que es una verdadera gozada ver el teatro con tanta gente y con la máxima expectación para disfrutar de una música que cada vez cuenta con más seguidores o más partidarios, que es como se nombra en la jerigonza flamenca a los aficionados. Argentina realizó un esfuerzo titánico en una noche larga y en un actuación atrevida y arriesgada en el que paseó su voz por más de doce palos en cantes largos y exigentes en los que la artista dio todo lo que tiene en cada momento para contentar el hambre de los aficionados como si supiera que llevábamos varios meses ávidos de flamenco. Es impresionante el conocimiento que posee de los cantes; una mujer sorprendentemente enciclopédica para su juventud y a veces da la sensación de que se siente obligada a cantar mucho como en una especie de ‘horror vacui’ a no dejar ni una pincelada de la noche sin dar; ni un respiro, ni una tregua para consigo misma. No lo sé, pero quizás por eso hubo algún pasaje en los que abundó más el cante por el cante que la emoción misma. Tiene Argentina talento a raudales, una voz preciosísima y un poderío impresionante. Y es curioso, cuando ella se doma, cuando se dulcifica en el cante más íntimo, más libre de ataduras, es cuando crece, se recrece y emociona. Al menos es lo que me sucedió a mi, y especialmente en dos momentos de la actuación: en la serrana que hizo, a dos tiempos, lenta y conmovedora al principio y embalada como un tren de alta velocidad al final, y en la siguiriya, sencillamente majestuosa, con ese punto de afligido hermetismo de este cante inmemorial y bello que acerca los corazones a todos los infinitos. La bordó con un toque extraordinariamente sutil de ‘Bolita’, que volvió a demostrar que es un tocaor de novísimos perfiles, en los que se adivina no sólo una técnica superior, sino como una búsqueda para obtener nuevas sonoridades en el toque, como en ese inicio melismático de la alegría con apenas tres notas trufadas de bellísimos silencios. Argentina cantó sublime en estos dos cantes y mantener ese nivel en una actuación tan larga es, sencillamente, imposible. Cantó por Cádiz y sus cantiñas; recordó a Chano Lobato, paseó por bulerías y por Lole y el gran Manuel, canto por cantes de Trilla, por soleá, por tangos... Fue un concierto que tuvo, además, dos finales. El de María la Portuguesa, que la hizo por bulerías, y que fue preciosa, y el aclamado por fandangos, rememorando su tierra, la Huelva cantaora que ahora pasean por el mundo jóvenes voces como la de Argentina, voces comprometidas con el flamenco más auténtico pero que además rebuscan en el fondo del cante el nuevo lenguaje de una música que siempre está en constante evolución. o Esta crónica la he publicado en Diario La Rioja

jueves, 14 de enero de 2016

Argentina «Lo más importante es que sigo queriendo aprender y descubrir nuevos cantes»

Explica la cantaora Argentina María López Tristancho –Argentina de nombre artístico–, que «hagamos la música que hagamos, la realidad es que al final los flamencos llevamos las cosas a nuestro terreno, que es el de cante, el de nuestro sentimiento más hondo y emocionante». De esta manera se expresa la joven cantaora onubense que tiene esta noche (Teatro Bretón; 21 h.) el privilegio y el compromiso de inaugurar la XX edición de los Jueves Flamencos. «Me acuerdo mucho de Logroño, de cuando me presenté en esta gira del norte y el respeto y el silencio de los aficionados». Fue en 2009 en el Salón de Columnas y con el toque de Eugenio Iglesias.
-¿Ha cambiado mucho como cantaora?
-Llegué muy nueva, con poca experiencia, pero con esas ganas de agradar y emocionar que espero que no se me vayan nunca. Obviamente, la vida da muchas vueltas y me siento una verdadera privilegiada porque he podido hacer mi carrera como soñaba, grabar cuatro discos y continuar esa búsqueda que emprendí siendo una niña en pos de cante. Sigo soñando con eso, con ser una gran cantaora.
-¿En qué momento artístico se encuentra?
-Lo más importante es que sigo queriendo aprender y aprendiendo cantes que ni los he hecho en directo ni los he grabado y que deseo incorporar a mi repertorio con el tiempo. Me gusta buscar letras nuevas y escuchar cantaores que me puedan aportar matices a mi personalidad como artista. Todo eso es fundamental para no estancarse y crecer al máximo. Estoy preparando mi quinto disco que va a ir en la onda de los anteriores, cante tradicional y mucho sentimiento. Me emociona coger cantes que están en desuso y retomarlos a mi manera.
-¿Cómo comenzó en el cante flamenco?
-Fue en una academia de baile donde iba a clase; pero siempre me gustaba cantar y me hicieron una prueba por fandangos, que es el cante de nuestra tierra. Estuve nueve años formandome y conociendo el universo de este palo que tiene tantas variaciones. Después fui a la fundación Cristina Heeren a seguir formandome. Allí aprendí a cantar flamenco de manera más meticulosa, técnica vocal, y el acercamiento a todos los estilos: soleá, sigiuriya, malagueña...
-Es curioso que Huelva viva un momento excepcional en el flamenco con tres de las voces más señeras de las nuevas generaciones, la suya, Rocío Márquez y Arcángel.
-Desde Paco Toronjo hasta la irrupción de Arcángel se han perdido varias generaciones de cantaores; pero Huelva ha sido siempre muy flamenca, lo que sucede es que salir de tu tierra y darte a conocer es muy complicado. Pero es que además de nosotros hay una cantera excepcional. Yo creo que tiene que ver con la enorme expresividad que tiene el fandango como base y forma de conocer los cantes, gracias a sus tonalidades, los graves, los altos, las cadencias. Cuando escuchas otro palo que no es el fandango da la sensación de que hay muchas cosas de él en la estructura más íntima de muchos cantes.
-¿Qué voces le inspiran como artista?
-Me gustan todos los cantaores y de todos y de cada uno de ellos se puede aprender. Es otro consejo que me dieron, que no bebiera sólo de una fuente, que abriera mi mente y mi alma. Pero, obviamente, como aficionada tengo mis preferencias, mis querencias. Por ejemplo me suelo mirar mucho en Jerez: Terremoto (padre e hijo), Caracol, Antonio Mairena, Manuel Vallejo... Pero no me puedo olvidar de Manuel Pavón, ni de la Niña de los Peines o la Paquera de Jerez, tan diferentes entre ellas pero tan necesarias para amar el flamenco. No nos podemos encerrar en un sonido o en un estilo porque el flamenco es muy grande y tiene una biodiversidad interior increíble. Su riqueza es máxima y extraordinaria, por eso es tan hermoso y complejo y es capaz de llegar a descubrir tal número de matices.
-El cante suele ser también un reflejo de la personalidad y del momento que vive el artista. ¿Cuál es el suyo?
-Ahora mismo el del disfrute de cada concierto. Cuando comienzas en el mundo profesional vives cada actuación con un sentido de la responsabilidad enorme; no dejas nada al albur de la improvisación. Ahora, con el tiempo, las cosas las percibes y las canalizas de otra forma. Es decir, tú te instalas en la responsabilidad porque eres consciente de lo que vas a hacer y de lo que la gente espera de un concierto. Es un verdadero placer sentirse esperada y saber que la gente quiere disfrutar de tu arte.
-¿Y sigue existiendo espacio para que cada actuación sea diferente?
-Sí. Y llega exactamente en el primer cante, en el que se da el contacto inicial contigo mismo, con los espectadores, con la noche. Es muy significativo y aunque no suela ser el más redondo marca un poco cómo va ir el resto de la actuación. Me gusta ir descubriendo cosas nuevas y diferentes en cada cante. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

martes, 12 de enero de 2016

Dos décadas de cante universal

Mañana comienza la XX edición de los Jueves Flamencos de Logroño que arracaron en 1997

El Teatro Bretón ha acogido las principales figuras del cante, toque y baile en un formato que le acompaña el éxito desde el primer momento 

Cuando mañana ‘Argentina’ comience su actuación en los Jueves Flamencos será el concierto 124 de una aventura musical que comenzó en 1997 y que sitúa sus orígenes en un encuentro que protagonizaron el director del Teatro Bretón, Jorge Quirante, y Paco Benamargo, vendedor de discos que acompañaba a los artistas flamencos en sus actuaciones por toda España con una pequeña tienda ambulante. Tal y como relata Quirante, comenzaron a hablar tras un concierto y Benamargo puso en contacto al director con su hermano Antonio, que es productor y director de ‘Flamenco de Hoy’, además de haber estado muchos años al lado de Enrique Morente: «Se vino a Logroño, le mostré el Salón de Columnas y luego nos fuimos por la calle Laurel». Así se pusieron los cimientos de un ciclo que se ha convertido en una verdadera referencia del flamenco contemporáneo y que, además, se comparte con otros esecenarios de Baracaldo, Burgos y Vitoria, por lo que en el mundillo ya se conoce como la gira del Norte, e incluso, como la gira del «papeo» por lo bien que se come. Veinte años de éxitos, de grandes y memorables conciertos y por los que han pasado los principales espadas de este arte a sabiendas de la calidad de las actuaciones y del respeto con el que Logroño vive el flamenco. La primera edición fue excepcional y la abrió en la vieja sala Rex una fría noche de enero José Mercé, que estaba a punto de fichar por la discográfica ‘Virgin’ y convertirse en el cantaor con más discos vendidos de la historia. Cuenta Antonio Benamargo que le dijo a Mercé que quería que fuese él quien comenzara la aventura: «No preguntó el caché, llamó al difunto Moraíto de Jerez para que le acompañara a La Rioja y me dijo, vámonos a comer carne al norte». No se llenó en Salón de Columnas, pero faltó poco. En aquel ciclo se anunciaron además María Vargas, un entonces casi desconocido Miguel Poveda, Rancapino y un concierto de guitarra con Rafael Riqueni y María Esther Guzmán, con la obra ‘Suite Sevilla’. El éxito fue tremendo y al año siguiente se agotaron las localidades el mismo día que salieron a la venta, cosa que sigue sucediendo en la actualidad con los abonos, ya que ahora se dan conciertos en la sala grande del Teatro Bretón, por lo que la oferta de entradas es mucho más amplia.

Chano Lobato, el cantaor inolvidable
En 1998 debutó en el ciclo Chano Lobato, verdadero ídolo de la afición y que un año tuvo que dar dos conciertos (miércoles y jueves) al agotarse las localidades para el primero. Nadie ha olvidado ni su forma de cantar, ni su ternura ni las surrealistas historias que contaba de Ezpeleta o Pericón. El cantaor gaditano se convirtió en el flamenco de referencia para los asistentes a los conciertos y muchos cantaores de la actualidad lo recuerdan cuando se suben al escenario. Carmen Linares actuó en el Salón de Columnas el mismo día que recibió el Premio Nacional de la Música y tras venir de triunfar en el Madison Square Garden de Nueva York. Otro de los grandes fue el maestro Enrique Morente, que cerró el ciclo de 2006 con la guitarra de Rafael Riqueni y el compás de ‘El Bandolero’. Aquella fue una actuación inolvidable y uno de los conciertos señeros de estos veinte años. Morente, Chano ya han fallecido, al igual que otros flamencos que han pasado por este ciclo, como Enrique de Melchor, el genial Fernando Terremoto, El Torta, Canela de San Roque, Mariana de Cádiz y Moraíto de Jerez, aquel primer guitarrista que acompañó a Mercé, que vino después con Fernando de la Morena y que es ahora su hijo el que continúa con la guitarra como uno de los más grandes del toque.  Y es que los guitarristas que han pasado por Logroño han sido siempre de máxima categoría: Riqueni, Cañizares (que debutó con Duquende en 1998), Juan y Pepe Habichuela, Niño Josele (que vino con El Cigala en 1999), Tomatito, Vicente Amigo, Jerónimo, Manolo Franco, Enrique de Melchor o Juan Ramón Caro, entre muchos otros. Desde 2007 se incorporó el baile con Israel Galván (que vino con Terremoto) y la nómina ha sido espectacular: El Güito, Manolete, Rocío Molina, Belén Maya, Manuela Carrasco, Alfonso Losa y José Maya. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

domingo, 3 de enero de 2016

Los toros y su defensa jurídica, por la plataforma de acción 'Ignacio Sánchez Mejías'

Nace una plataforma para la salvaguarda cultural del toreo en la legislación

La entidad quiere impulsar la declaración de los toros como 'Manifestación del Patrimonio Cultural Inmaterial español'


Un grupo de aficionados ha puesto en marcha en Sevilla la plataforma de acción 'Ignacio Sánchez Mejías' (nacida en la estela del VII Seminario de la Cátedra Ignacio Sánchez Mejías de la Universidad de Sevilla, que tuvo lugar en la Real Maestranza de Sevilla los días 27 y 28 de octubre de 2015), con un plan de trabajo basado en dos campos de acción jurídica que requieren la adopción de medidas inmediatas: en primer lugar el pleno desarrollo de la consideración de la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial para defender esta condición ante las Administraciones públicas, y un segundo estadio basado en la protección jurídica de los aficionados y los profesionales del toro frente a las conductas agresivas y difamatorias de los antitaurinos.

Un ejemplo es Francia, donde la legislación taurina nació marcada por el signo del proteccionismo de una tradición minoritaria y territorialmente localizada. En el 2011 se logró la inscripción de la tauromaquia en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial del Estado francés, como paso previo a que éste lo hiciese ante la Unesco en el marco de la Convención Internacional para la Salvaguardia del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad del 2003. Para la nueva plataforma, la tauromaquia cumple sobradamente todos y cada uno de los elementos diferenciales que las manifestaciones culturales han de acreditar para poder ser consideradas como bienes integrantes del patrimonio cultural inmaterial en el marco de la Ley 10/2015. Lo que se necesita para ello es que el Ministerio de Cultura, por petición motivada de personas físicas o jurídicas que esgriman un interés legítimo para ello, inicie un expediente de declaración de la Tauromaquia como 'Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial', que es la fórmula legal concreta que permitiría proteger la Tauromaquia desde el Estado y adoptar medidas de salvaguardia frente a su menoscabo. Al tiempo que se tramita esa declaración ante el Ministerio de Cultura, debería instarse a la Administración central que elevase a la Unesco una propuesta para la inclusión de la tauromaquia en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, y, más concretamente, en la Lista de bienes que requieren «medidas urgentes de salvaguardia», que reflejen de los principios y objetivos de la Convención Unesco. Para esto último sería conveniente recabar el apoyo y el compromiso de los ocho países que cuentan con una tradición taurina acreditada (Portugal, Francia, México, Colombia, Perú, Ecuador y Venezuela, además de España), ya que el único que ha logrado esta inscripción, y sólo para la vivencia de la tauromaquia en dicho país, es Francia.

El pleno desarrollo de la consideración de la tauromaquia como patrimonio cultural inmaterial permitiría un auténtico blindaje jurídico frente a declaraciones abolicionistas u obstruccionistas a la fiesta que las propias administraciones públicas, sobre todo las locales, están continuamente haciendo, ya sea desde la retirada de fondos públicos a la fiesta y a las escuelas de formación, ya desde el rescate de concesiones de plazas de toros de titularidad municipal, ya sea prohibiendo la exhibición de publicidad anunciadora de festejos. Todas estas decisiones, que tiene la naturaleza jurídica de actos administrativos, se pueden y se deben impugnar ante los Tribunales para garantizar el derecho de los aficionados al disfrute de un bien considerado patrimonio cultural inmaterial.

De hecho, los aficionados que integran esta plataforma dicen estar convencidos de dos cosas: «Que la defensa de la fiesta de los toros ha de librarse hoy desde el mundo del Derecho y de los Tribunales y que ello no será posible sin un liderazgo claro de la afición, que es el único colectivo que no tienen intereses económicos en la fiesta, ni directos, ni indirectos; el único que no participa de las corroídas luchas intestinas del sector (sino que más bien las padece) y cuyo único ánimo es la reivindicación, defensa y preservación de un bien cultural que estiman como algo esencial a sus vidas e íntimamente propio». El propósito de la Plataforma, en este sentido es doble: recabar el mayor número de apoyos posibles para impulsar ante el Ministerio de Cultura el expediente de declaración de la tauromaquia como una 'Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial' español. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

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