martes, 18 de septiembre de 2018

Desigualdad y leves brotes verdes

Comenzó la feria con una corrida desigual y bien presentada de Victorino con un segundo toro encastado y con bravura en el caballo

Solitaria y generosa oreja para Manuel Escribano y cornada «menos grave» a Juan Bautista

Corrida desigual de Victorino para abrir la feria de San Mateo y 4.000 almas en los tendidos. Pueden parecer pocas para lo que parece que se avecina los días 20 y 21, pero en realidad no está nada mal para el escaso tirón de los tres diestros anunciados. De la desigualdad de los toros de Albaserrada también hubo espacio para que brotara la emoción y hasta la exigencia máxima que planteó ‘Jacarando’ –el segundo de la victorinada– a Manuel Escribano, un toro bajo, astifino, abierto de cornucopia y que empujó por derecho en una sensacional vara de ‘Chicharito’ tras la que comenzó a descolgar en el capote del sevillano. En el segundo encuentro arreó desde casi los medios y el varilarguero volvió a dar otra lección de doma torera y precisión con la puya. Se fue el piquero ovacionado a lomos de su ligero caballo francés antes de que Escribano arriesgara con su peculiar inercia en el tercio de banderillas. Y no fue fácil ‘Jacarando’, puesto que se revolvía con las manos haciendo casi imposible la ligazón. Comenzó por abajo con unos doblones antes de sacárselo a los medios y plantear las primeras tandas en redondo. Era complicado sostener la embestida con el vuelo de la muleta; lo llevó a su altura en dos series correctas pero sin querer asomarse al abismo. Al natural le robó tres lances en los medios pero daba la sensación de que faltaba gobierno. Cobró una buena estocada antes de pinchar y la cosa se quedó en una tibia petición y una favorable ovación logroñesa para el distinguido cárdeno.
El segundo ejemplar con verdadera historia de la tarde fue el cuarto, llamado ‘Bostecillo’, armado, certero, astifino, una belleza de Victorino que lo quería todo por abajo. A Juan Bautista se le vio más confiado que con el primero y lo lanceó por chicuelinas galleadas en su turno de quites; Escribano le respondió por el mismo palo y el francés brindó al público en señal de despedida de su efímero paso por Logroño. El año pasado cortó tres orejas y hace unos días avisó en Arles de que ésta iba a ser su última temporada en activo. El arlesiano es un diestro extraordinariamente técnico y probó en redondo una embestida que comenzó a quedarse corta desde el principio. No lo vio demasiado claro por ese pitón. Sin embargo se templó en tres naturales muy buenos –los mejores de la tarde– y regresó a la cara del toro con la muleta en la mano derecha pero sin armarla con la espada. Volvió el toro a apretar, se revolvió y lo cogió de mala manera. Una vez en el suelo, el astado hizo por él y le propinó una cornada de trece centímetros en el muslo derecho, aunque la mayor parte del público no se dio cuenta de que en realidad el diestro galo estaba herido. Mató al toro y pasó a la enfermería.
El quinto fue el cornúpeta más curioso de la corrida. El voluminoso ‘Dirigible’, el menos asaltillado de todos sus hermanos, hizo cosas de manso de libro de salida: escondía la cara entre las manos, se refrenaba en el capote y salió despavorido en el primer puyazo. Luego se empleó y llegó a derribar al piquero con inusitada entrega, mas cuando nadie daba un duro por él, comenzó a embestir de dulce por el pitón derecho. La belfos por el suelo, humillado hasta el estrépito y caminador con recuerdos mexicanos. Lo imprevisible de la casta, oiga. Escribano lo entendido bien por ese lado y se puso a continuación por el izquierdo, por el que el animal parecía tener otra alma distinta y contradictoria. El público agradeció la entrega y le correspondió con una generosa oreja, la primera de la feria y la única de la tarde.
Joselito Adame se llevó el peor lote de la corrida. Al diestro hidrocálido se le vio ausente del festejo casi desde el inicio del mismo. El primero de su lote se le desfondó en cuanto comenzó con la muleta y el sexto fue un toro que dio la sensación de que le vino demasiado grande.

1ª FERIA DE SAN MATEO
Toros de Victorino Martín, serios y con leña por delante aunque dispares de hechuras y comportamiento. Varios ovacionados de salida. 1º, corto de embestida; 2º encastado y exigente; 3º, desfondado; 4º encastado y con genio; 5º manso y cambiante pero con un buen pitón derecho y 6º, deslucido. Juan Bautista: silencio y palmas. Manuel Escribano: saludos tras leve petición y oreja. Joselito Adame: silencio en su lote. Plaza de toros de La Ribera, 4.000 espectadores (datos de la empresa). Corrida presidida por Víctor Marchena, asesorado por Salvador Arza y Julián Somalo (vet.). Primera corrida de feria. 18 de septiembre de 2018.

Parte médico de Juan Bautista: Herida por asta de toro en tercio medio del muslo derecho con una trayectoria descendente de unos 13 centímetros. Trasladado a la Clínica Los Manzanos, de Logroño. Pronóstico menos grave. Firmado por el doctor Antonio Domínguez. o Esta crónica la he publicado en Diario La Rioja, la foto es de Juan Marín

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