martes, 3 de octubre de 2017

Victorino, un ganadero enamorado de La Rioja

El genial paleto de Galapagar debutó en Haro con una novillada en 1966 y desde ese momento se hizo esencial en la tauromaquia riojana

Diego Urdiales ha basado buena parte de su carrera en sus toros: 33 corridas, 39 orejas, cuatro puertas grandes y el indulto de Molinito en 2007

El torero en La Rioja sería irreconocible sin la descomunal presencia de la mítica figura de Victorino Martín Andrés, el ganadero con más triunfos y con los seguidores más fieles, con toros más notables y con más tardes para el recuerdo, especialmente en las dos plazas de Logroño, cosos esenciales en su trayectoria como criador de reses bravas y en los que se fraguó su carisma como personaje legendario. Además, la ganadería de la A coronada ha sido esencial en la carrera de Diego Urdiales, un torero que se encuentra posicionado en el número 12 de los matadores con más corridas de su hierro: 33 festejos, 39 orejas, cuatro puertas grandes y un toro indultado, aquel 'Molinito' del que se acaban de cumplir diez años de su lidia en Logroño. Pero Victorino no debutó en la capital. La primera corrida en La Rioja se remonta al 29 de junio de 1966 en Haro, donde lidió una novillada con cinco astados para un rejoneador (Manuel Vidrié) y dos jóvenes coletudos: Antonio Pérez y Utrerita. Sólo el caballero madrileño cortó una oreja. La segunda tarde fue en Calahorra, el 31 de julio de 1966, cuando el matador de Arnedo Antonio León le concedió la alternativa al calagurritano Víctor Ruiz de la Torre 'El Satélite'. Fue una gran corrida y ambos salieron a hombros del coso de La Planilla. Diez años después debutó en Logroño, en la Feria de San Mateo, en una corrida con Ruiz Miguel, Antonio José Galán y Herrerita, aunque la locura se desató al año siguiente, cuando José María Manzanares cortó dos orejas a un bravísimo astado. En el cartel, recordaba el propio Victorino Martín en una entrevista a Diario LA RIOJA, figuraban Andrés Vázquez, "al que se le rompió la espada a la hora de entrar a matar y que se llevó una gran bronca, y el mexicano Manolo Arruza, que estuvo a la altura de los toros pero que falló con la espada. El toro del triunfo del diestro alicantino se llamaba 'Machero' y estaba marcado con el número 103".
En la inolvidable Manzanera, Victorino lidió once corridas, 62 toros y sólo cuatro matadores, incluido Manzanares, lograron abrir su puerta grande diseñada por Fermín Álamo con reminiscencias de la Puerta del Sol de Toledo. Ruiz Miguel, Tomás Campuzano y Dámaso González degustaron el sabor del triunfo máximo con los victorinos en el viejo coso. La leyenda, por entonces, ya era imparable.
En el nuevo circo no debutaron hasta el año siguiente de su inauguración, aunque una buena parte de la afición logroñesa la reclamó a la familia Chopera que fueran sus astados los elegidos para la primera corrida, pero no pudo ser. En once tardes y en 53 toros lidiados sólo tres toreros han salido por su puerta grande. Diego Urdiales en dos ocasiones (2007 con el indulto de 'Molinito' y en 2012), Manuel Jesús 'El Cid' en 2016 y este mismo año el francés Juan Bautista Jalabert, que triunfó en una corrida memorable del ganadero de Galapagar, la más completa de cuantas ha jugado en La Ribera. Se pidió el indulto del toro 'Vencedor', igual que el año pasado sucedió con otro ejemplar extraordinario llamado 'Planteadito', desorejado por el diestro de Salteras.

Urdiales y Victorino, un binomio necesario
Diego Urdiales ha vivido buena parte de sus éxitos con los toros de Victorino: "Ha sido un ganadero colosal, un hombre entrañable y muy serio, con mucha personalidad que ha logrado ser el ganadero más importante de la historia. Desde 'Molinito' todo cambió para mí. Ha habido toros que los he toreado muy despacio, especialmente uno en Dax, uno de los que más he sentido porque me permitió abandonarme más tiempo". Y recuerda varias tardes "que han marcado mi vida, como la de Otoño en Madrid y las ocho de Bilbao, con triunfos muy especiales por la dimensión que conseguí como torero". Diego recuerda su primera corrida con los toros de Victorino: "En Logroño en 2002, venía de una cornada en Miguelturra (Ciudad Real) y con varias costillas rotas. Toreé con Manuel Caballero y Padilla. No podía casi sujetar la muleta con la mano derecha y estuve muy bien al natural". Paco Aguado aseguró en Cuadernos de Tauromaquia que la corrida más importante de la vida de Urdiales fue con toros de Victorino en la Corridas Generales de Bilbao de 2012: "Siempre hay una tarde clave en la carrera de un torero, y la de Diego Urdiales fue la del pasado domingo en Bilbao. Una tarde de toros que marcará frontera, que definió la verdadera dimensión de su toreo y de su hombría y en la que, de paso, el arnedano volvió a mostrar la verdadera esencia de este arte en unos tiempos confusos". Estoqueó tres toros y dejó en el coso bilbaíno el aroma de un torero que ahora es el más admirado de la plaza vizcaína. El diestro riojano siempre se ha sentido muy cerca del ganadero de Galapagar. Y esa confianza también funcionaba a la inversa en declaraciones del propio Victorino cuando ambos recibieron el premio de la Peña 21 (su peña logroñesa) para rememorar aquella tarde histórica del indulto de 'Molinito': "Recuerdo perfectamente la forma en la que me palpitaba el corazón cuando la gente emocionada nos sacaba a hombros de La Ribera. Y me acuerdo de la alegría de Diego, que había estado hecho un jabato con aquel toro, que fue muy fiero y que necesitaba un torero de verdad delante porque pedía el carnet, porque era un toro de verdad, un toro auténtico". Victorino Martín estuvo por última vez en La Rioja el pasado mes de marzo, cuando recibió un caluroso y emotivo homenaje de la afición riojana en la entrega del Capote de Paseo de la Comunidad a Diego Urdiales. Su hijo, ganadero y veterinario, realizó una preciosa intervención en la que recordó la pasión que siente su familia hacia La Rioja desde su debut hasta todas las tardes de triunfo que ha protagonizado en Logroño, donde tiene infinidad de amigos y seguidores: "La Rioja es un territorio taurino por excelencia en España y nos acordamos mucho del indulto de 'Molinito' protagonizado por un Diego Urdiales al que casi vimos nacer y que ahora diez años después, es referencia de la pureza del toreo para los aficionados". o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

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