miércoles, 10 de febrero de 2016

El existencialista del flamenco

Guadiana actúa esta noche (21 h.) con Diego del Morao en el Salón de Columnas

«El flamenco no es como la corbata que se ponen los oficinistas para ir a trabajar; hay que llevarlo dentro y sentirlo con respeto y emoción» 

 «El flamenco te pilla en cualquier mentira; o dices lo que sientes de verdad o se nota y te lo notan. En el cante tienes que ir por la vereda de lo auténtico, sentir el dolor del alma, expresarte con sinceridad. Ése es el camino y no hay otro», asegura Antonio Suárez Salazar ‘Guadiana’, cantaor de Badajoz, sobrino del gran Marqués de Porrinas, un mito extraordinario del cante flamenco. Y es que Guadiana vuelve a las tierras del Ebro tras quince años de ausencia; en aquella ocasión lo hizo como cantaor invitado en una inolvidable actuación de Juan Habichuela; y esta noche lo hará con la compañía de otro grande del toque, Diego del Morao, hijo de Moraíto Chico, y una de las referencias de la gutarra flamenca contemporánea. «Tengo un recuerdo excelente de aquella noche; cantar con un maestro así es un privilegio extraordinario», subraya un artista flamenco que ha estado con los más grandes, desde Camarón –al que admira como uno de los artistas «más sublimes» al que ha conocido y tratado– o Enrique Morente, compadre suyo y que tenía dos inmensas virtudes: «Todo lo que tocaba lo hacía nuevo y además era de una humildad increíble, un personaje distinto a todos, un ser humano excepcional». ‘Guadiana’ reconoce que ser cantaor extremeño le ha valido, como a muchos de sus paisanos, cierto desprecio desde varios núcleos del cante: «Nos ven como a bichos raros; no se detienen en pensar, pero la verdad es que pocos en el cante han tenido el metal de Porrina, un flamenco que dominaba los tres registros: el alto, el bajo y la media voz, ésa en la que se canta hacia adentro y que es sumamente difícil. Él lo hacía a la perfección. Tenía personalidad, eso que como dice Mayte Martín te hace único. No se trata de poner un disco e imitar lo que suena ahí; no. La trayectoria de un cantaor supone una madurez que se consigue con los años, con el tiempo, con la forma de sentir las cosas verdaderas, con la evolución y con el sentimiento. Hay que aprender, rebuscar tu eco de manera continua». Guadiana tiene cinco discos en el mercado: «Todos tienen su historia y su razón; el último surgió de una colaboración para el programa de TVE ‘Música para tus ojos’. Siempre me gusta buscar cosas nuevas, motivarme para crecer como flamenco. Y es que Guadiana tiene un compás excepcional como demuestra el hecho de que Camarón le buscara siempre para sus discos -«¡Qué orgullo!»- y ha acompañado a las principales figuras del baile con su cante: «Ésa es una escuela muy dura, hermosa e importante. Te enseña a cantar perfecto, a cantar a tiempo como un reloj, incluso en los cantes libres en los que eres capaz de sentir su ritmo interno, las pulsaciones íntimas de cada palo flamenco». El mítico tema ‘Tu madre tuvo la culpa’ de Pata Negra salió de los lápices de este flamenco extremeño que ha sabido enlazar la sabiduría de su familia con la inventiva de los músicos jóvenes y que hace unos meses recibió el premio ‘Flamenco Hoy’ de la crítica por su disco ‘Jaleo’, realizado al alimón con su hermano Ramón ‘El Portugués’, un galardón que también logró en 1999 con su primer disco ‘Cuando el río suena’, editado por Nuevos Medios en 2001. «Lo importante no es cantar más ortodoxo. Tú te puedes aprender un disco de memoria, repetirlo y no sentir ni una nota de lo que estás haciendo. Por eso me importa mucho más la autenticidad que la ortodoxia; el cante tiene que brotar de alma, hacer sentir dentro de tu garganta lo que llevas en el corazón. No es que tengas que estar todo el día en flamenco, pero lo tienes que vivir con intensidad. El flamenco es nuestra existencia, no es como una corbata que te la pones para ir a la oficina».

El extraordinario acento flamenco y gitano de la guitarra de Diego del Morao

El hijo de ‘Moraíto Chico’ debutó en el Salón de Columnas en 1999 con La Macanita y vuelve hoy a Logroño como máxima figura del toque flamenco  

Todos los detalles se cuidan al máximo en los conciertos de este ciclo. Uno de los esenciales desde el incio es la presencia de los mejores exponentes de la guitarra flamenca, tanto en lo que se refiere al acompañamiento como al toque en concierto en solitario. Esta noche el nombre es de verdadero lujo, ya que Guadiana estará acompañado por Diego del Morao, hijo del siempre inolvidable Moraíto Chico –tantos años al lado de José Merce– y tocaor de cabecera de flamencos de la talla de Diego ‘El Cigala’, con el que ha recorrido el mundo. Diego del Morao debutó en Logroño en  1999 acompañando a La Macanita y ha venido por nuestra ciudad en diferentes ocasiones tanto con ‘El Cigala’ como con José Mercé: «Lo admiro mucho; todos los flamencos le teníamos una devoción especial a su padre, que fue un guitarrista con un sello único. Le oías tocar y escuchabas todo Jerez en una nota. Diego es diferente y está considerado como una de las guitarras más importantes del flamenco», explica el propio Guadiana que considera que es un verdadero lujo subirse al escenario con alguien como él: «Gano yo, gana el cante y gana el espectáculo y los propios espectadores, que tienen más motivos para gozar».
El propio Diego mantiene que la guitarra flamenca es hoy día «el instrumento más difícil de tocar del mundo, siempre hablando de conciertos. Tienes que tener una técnica, capacidad de creación, capacidad de transmisión... Hay músicos buenísimos, que interpretan magistralmente una partitura, pero luego se olvidan de crear y eso te descarga el cerebro», confesaba a ‘Jerez Jondo’ al presentar su maravilloso disco titulado ‘Orate’ ante los aficionados de su ciudad. En el repertorio de ‘Orate’ predomina la bulería, vista desde distintas perspectivas, pero también figuran tangos, seguiriyas, soleares y rondeñas, entre otros estilos y cuenta con colaboraciones estelares como las de Paco de Lucía. Diego del Morao perpetúa la estirpe guitarrística de los Morao. El hijo de Moraíto Chico se formó en su propia casa, aunque también pasó por la escuela de ‘El Carbonero’. Profesionalmente, se estrenó acompañando en directo a La Macanita. Y, poco a poco, se ha convertido en uno de los guitarristas más solicitados para el acompañamiento al cante. La Macanita, José Mercé y Diego Carrasco y ‘El Cigala’ han sido los artistas que con más frecuencia han solicitado sus servicios.
o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja

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