El periodista Alfonso Santiago disertó en el Club Taurino sobre la década de los ochenta en el toreo
El periodista Alfonso Santiago ofreció el viernes una extraordinaria ponencia en el Ciclo de Invierno del Club Taurino sobre una de las etapas más sobresalientes de los últimos años del toreo, la década de los ochenta, unos «años esenciales en los que se formaron buena parte de los aficionados actuales y donde sobresalieron una cantidad de toreros excelentes, desde los veteranos como Antoñete y Andrés Vázquez (que reaparecieron en los primeros compases de la década) hasta nombres tan importantes como José Cubero ‘Yiyo’, Paco Ojeda, Ortega Cano o Roberto Domínguez, entre muchos otros». El director adjunto de ‘6 Toros 6’ se refirió en primer lugar a la importancia que tuvieron aquellos años para afianzar el toreo en una España que estaba abriendo sus ojos a la Democracia: «Fue impresionante la forma en la que la sociedad acogió los toros; además, la izquierda, que acababa de ganar las elecciones por mayoría absoluta, los vivió con total normalidad y donde pudo los apoyó sin caer en las politizaciones actuales en las que determinados sectores quieren identificar la tauromaquia con una determinada ideología política, algo impensable en aquellos años». Santiago también se refirió al toro de aquella década: «Era muy diferente al actual, especialmente por la gran diversidad de encastes y porque las primeras figuras no se cerraban a una sola línea ganadera tal y como sucede en la actualidad. Es cierto que se caían más, pero en general, los diestros tenían muchos recursos para administrar las embestidas de hierros tan diferentes». Uno de los toreros de los que más se habló fue de ‘Yiyo’: «De alguna manera existe una línea común que nace con él, que se extiende con ‘Joselito’ y que explota definitivamente con José Tomás. ‘Yiyo’ tenía una tauromaquia muy profunda y era dueño absoluto de su carrera, haciendo de la independencia ante las empresas una de sus banderas más importantes. Se lo llevó un toro pero da la impresión de que hubiera sido un torero de época». Alfonso Santiago también recordó el auge de las novilladas de aquellos años y que toreros muy importantes de la década posterior se fraguaron con los utreros a finales de los ochenta, entre ellos un figurón como Enrique Ponce.
Madrid pasó de los 4.000 abonados a los 18.000 con Chopera
La plaza de Las Ventas –recordó Alfonso Santiago – era la más importante pero vivía momentos de decadencia: «Berrocal dejó la plaza con una crisis terrible y con una feria de San Isidro muy recortada: «Llegó Manuel Martínez Flamarique ‘Chopera’ (muchos años empresario de Logroño) y en una década dejó la plaza con 18.000 abonados y con una feria de San Isidro muy revalorizada». Otro de los suculentos datos que aportó el periodista de ‘6 Toros 6’ es la forma en la que el toreo «se reafirmó en Francia, con dos plazas señeras, en una zona Dax y en la otra Nimes». Tampocó pasó por alto la importancia de Victorino en el mundo ganadero y la corrida del siglo del 1982, emititida por TVE. o Este artículo lo he publicado en Diario La Rioja.