jueves, 31 de diciembre de 2009

Toreando en la vieja plaza de Arnedo

Obviamente, yo no soy torero. Podría emplear mil añagazas para explicar las razones, pero se resumen en dos: me sobra culo y me falta corazón. Eso sí, me gusta reirme de mí mismo todo cuanto puedo y siempre he reivindicado hacer lo que me gusta sin molestar a nadie y sin creerme superior a nada.

Y amo el toreo, me encanta torear (de salón) y un día de otoño le dije a mi amigo (y mi torero) Diego Urdiales que si me dejaba enseñarle un poquito cómo sentía ese arte difuso de la tauromaquia. Estábamos haciendo un reportaje para el programa de TVR Sol y Sombra tras su actuación en Madrid en la pasada Feria de Otoño y faltaban dos días para su encerrona benéfica en el coqueto coso de su ciudad. Y mi buena amiga y compañera Estíbaliz Mazo, que estaba allí con su cámara, hizo esta pequeña maravilla, con la guitarra de Vicente Amigo y el torero más estrafalario del planeta; es decir: yo mismo.

Feliz año a todos