
Y en este punto, 'La Tremendita' estuvo sencillamente colosal, cantaora, bella, sublime por momentos a pesar de no ser su garganta ni un volcán ni un desafuero. Canta con los tiempos y mece el compás hacia los adentros, rebañando en cada cante la insondable raíz de cada quejido, de los jipíos que hacen del flamenco un arte esencialmente misterioso, con ese punto atávico que lo desliga casi del tiempo. Y eso que en Rosario se aventura una mujer pegada a su época, a una cantaora nacida por afición pero estudiosa de los grandes maestros, de Caracol, de Marchena y ese no sé qué de Enrique Morente que fue desplegando en muchos de sus cantes: en la granaína, en los tangos, en la bellísimas alegrías...
Mujer joven, muy flamenca, que se deja acompañar por un notabilísimo Salvador Gutiérrez, que algunas veces había visto con Carmen Linares y que el jueves en el Bretón dejó momentos de especial sutileza tocaora, de virtuosismo y de lecciones de lo que es la guitarra en el cante.
o XIII Jueves Flamencos del Teatro Bretón de Logroño (Sexto Concierto). Localidades agotadas. Cante: Rosario Guerrero 'La Tremendita'. Toque: Salvador Gutiérrez. Día: Jueves 26 de marzo de 2009. Esta crónica la he publicado hoy en el Diario La Rioja.