Este galán fotografiado por Manón se llama Comadroso y pertenece a la divisa sevillana de Dolores Aguirre Ybarra, que se lidiará esta tarde en la cuarta del abono de la feria de San Isidro. La ganadera bilbaína ha seleccionado un lote de toros sencillamente imponente con una báscula que ronda o supera los 600 kilos (la media es de 594) y, además, llegan bautizados con nombres tan clásicos en los atanasios como Cubatisto, Langosto, Cubatista, Carafeo o Angelón. Desde aquí mis respetos a los tres matadores que hoy se la jugaran frente a ellos: Fernando Robleño, Sergio Aguilar y Joselillo. Por cierto, ayer vi la corrida en dos tramos. Los tres primeros toros en directo y por la noche –y tras haber disfrutado de un magnífico concierto de Franco Battiato (Il Vuoto)– los tres restantes. Quedé asombrado por las declaraciones de Antonio Barrera tras pasearse por el anillo venteño una patética vuelta al ruedo y quejarse de que la presidencia no le hubiera regalado una oreja. "Me hubiera hecho un hombre", dijo, y adujo que tenía más de veinte cornadas. En fin, quizás si hubiera toreado un poco, quizás si se hubiera puesto en el sitio, si hubiera sido capaz de aprovechar dos toros de triunfo... no le hubieran dado una, sino dos o tres. Pero anduvo perfilero y en vez de torear, destoreó vulgar y se mostró como un auténtico pegapases. Por cierto, el primero de la tarde fue un toro de triunfo grande, noble, con calidad, con belleza, con las fuerzas justas y con mucha duración (en general me gustó bastante la corrida de Peñajara, que cada vez tiene menos de Baltasar Ibán y más de Domecq). A Manolo Sánchez le faltó ánimo y dejó sentado que en su enésima oportunidad en Las Ventas que ya no está para estos menesteres. Y a Eugenio de Mora la faltaron tantas cosas, parece mentira con lo que parecía que iba a ser.o Diego Urdiales. Por cierto, el torero riojano todavía no sabe si actuará pasado mañana en Madrid; todo parece indicar que sí. Pero... En fin, me pongo en su piel y me imagino el quinario que tiene que estar padeciendo en su interior, pendiente del móvil, con la garganta seca, con una inquietud horrorosa... Esperemos que sea para bien.
