martes, 1 de marzo de 2005

“No exijo el afeitado, pero no me opongo”

Entrevista con 'El Juli', realizada en Calahorra (La Rioja) en marzo de 1999

Julián López, “El Juli” para la afición del ancho mundo, tiene una mirada casi triste que revolotea entre la habitación del hotel y el rostro del cronista con una firmeza impropia de un adolescente: “Estoy disfrutando de esta presión porque cuando consigo un triunfo sé lo que cuesta y puedo valorarlo el doble”.
Ha revolucionado el mundo del toro y en Méjico sólo con mentar su nombre se le considera como al más grande desde la mismísima muerte de Manolete. “Aquello es increíble y la gente me trata con un calor muy especial”. Su última actuación en la Plaza México –el coliseo taurino más grande del planeta– colapsó la ciudad y fue el espectáculo más visto por la audiencia azteca. Pero tras el oropel del matador que ayer abarrotó el coso de Calahorra, hay casi un niño, aunque maduro y de primeras poco dado a jovialidades innecesarias: “Los toros y la vida tan vertiginosa que llevo me han hecho crecer mucho. Me considero una persona normal, nada serio, lo que pasa es que no es lo mismo un día como hoy que tengo que torear y estoy muy centrado”.
La denominada “prensa rosa” se interesa cada vez más por la vida íntima de las figuras, si tienen novia, si se casan, o si la novia o esposa sufre con la profesión: “Yo de lo que vivo es del toro y todo se lo debo a él –afirma tajante–. Me da igual lo que escriban de mí y no les presto la menor atención a esas revistas”. “El Juli” prefiere hablar de toros: “En la plaza me gusta hacer lo que siento y he aprendido de muchos, aunque mi fuente de inspiración soy yo mismo”.
No quedan aficionados
Opina que la situación de la fiesta es muy interesante porque “hay un ramillete de toreros muy curtidos, aunque buenos aficionados, de los que entienden, no quedan demasiados”. Pero en este mundo hay un guión clave que hace que el castillo de naipes de la lidia tenga sentido: el toro. Para “El Juli” la situación de la cabaña de bravo “no está mal y hay que acoplarse a sus circunstancias”. Compartirá muchos carteles como el de ayer, arropado por dos figuras del toreo que en la mayor parte de las ocasiones le doblan en edad. “Cuando los veo en el patio de caballos me dan el mismo respeto que cualquier persona. Los admiro, pero estoy delante del toro y no me acuerdo de ninguno y salgo a ganarles la partida”.
Dicen los taurinos que Victoriano Valencia, su apoderado, tiene sobre la mesa 200 contratos para su torero, que parece menos ambicioso y que desea torear la mitad, “que es el número ideal y que estoy convencido que no van a poder conmigo”. Las interrogantes sobre su futuro no están claras: “No hemos decidido si voy a ir a Madrid o a Logroño”. “El Juli” conoce a la afición riojana y se siente muy a gusto con ella, aunque también señala que son los toros de Domecq “con los que mejor me acoplo”. Muchos aficionados se preguntan la razón por la que las figuras prefieren no vérselas con ganaderías como los victorinos o Cebada Gago: “Yo nunca he dicho que no a Victorino, pero de lo de Cebada creo que una cosa es el toro bravo y otra el que embiste a la muleta. Si me dan la oportunidad no la voy a lidiar hasta el día que no vea que su embestida vaya más con mi toreo”.
Una virtud definitoria de “El Juli” es su panoplia de quites en los que convierte el toreo de capa en una deslumbrante filigrana que cautiva por su belleza e improvisación: “Esas suertes nacen de repente, como el que escribe una canción; nace la idea y un día vas, te plantas frente a un toro y surge”.
Julián López tiene su opinión sobre el afeitado: “Me da igual que vaya a una corrida y esté o no esté afeitada, prefiero ir concentrado en torear y triunfar. Nunca exijo a mi apoderado que los toros estén afeitados, aunque tampoco le digo que no. Son cosas en las que no meto ni por hombría ni por orgullo personal”.
Pero hay otro Juli, el aficionado al flamenco, Camarón y a la música española. Lo de la lectura lo lleva peor: “Ahora estoy inmerso en un libro de anécdotas taurinas, pero me cuesta leer otros”.